Automotores

De los enormes autos de antes a los eficientes y ecológicos

En la ciudad de Detroit, Estados Unidos, todo se remite al mundo del automóvil. Y no es casualidad. Es la cuna de las Tres Grandes: General Motors, Ford y Chrsyler.
Cada calle, cada esquina, remite a la historia del automóvil en los Estados Unidos, y desde aquí, esas marcas se proyectaron al mundo durante todo el siglo XX con una fuerza que parecía no tener límites.
Sin embargo, nada dura para siempre.
Y los fabricantes locales presenciaron cómo en las últimas décadas millones de compradores norteamericanos volcaban sus preferencias por los productos japoneses.
En esa pelea estaban cuando la gran crisis de 2008 golpeó con fuerza una vez más a las tres grandes.
Las consecuencias fueron fuertes caídas en los niveles de ventas y miles de personas que perdieron sus empleos.
Por distintos caminos las empresas buscaron asimilar el golpe y sobrevivir.
Lo hicieron apelando a distintas recetas: con una asistencia financiera del Gobierno GM, con un plan propio de racionalización Ford y pasando a formar parte del grupo Fiat, Chrysler.
A eso se sumaron minuciosos estudios sobre cómo volverse más eficientes, más rentables y fabricar con productos de mayor aceptación.
Este salón, que abrió sus puertas esta semana bajo una nevada y temperaturas muy bajo cero, muestra cuál es la situación hoy en un mercado que lucha por recomponer sus niveles de ventas y llevar a la industria local por el sendero de la recuperación.
Según destacó La Nación, lo primero que muestra este salón es que el prototipo de automóvil norteamericano, de grandes dimensiones y motores poderosos, perdió la batalla.
Desde hace tiempo que el diseño europeo, también seguido por los asiáticos, se impone en todo el mundo.

EN BUSCA DE
LA EFICIENCIA 

Autos más compactos con motores eficientes y de bajo consumo son hoy muy buscados.
La prueba no puede ser más contundente: la estrella de Ford es el Focus, esta vez eléctrico; Chevrolet muestra el Sonic, el primer auto compacto que fabrica en la historia, y el Volt, un modelo con motor eléctrico que rompió los esquemas, y Chrysler hizo debutar el 200, otro sedan compacto.
¿Y los grandes V8? Cada vez menos y más escondidos.
En cada una de sus presentaciones, los directivos buscaron remarcar que hacen todo lo posible para lograr reverdecer los laureles de esta ciudad como productora de automóviles, e hicieron especial hincapié en que desde aquí saldrán estos nuevos modelos. 
Atrás quedaron los días de los inmensos sedanes de suspensiones confortables y motores gigantescos.
Hoy, ingenieros y diseñadores de las marcas estadounidenses hablan de consumo racional, diseños globales y compactos, y motores de cuatro, tres y hasta dos cilindros en el mediano plazo.
Los híbridos y los eléctricos, donde asiáticos y europeos tomaron la iniciativa, se abren paso también en las marcas norteamericanas y emergen como las nuevas estrellas en una ciudad donde no hay tiempo para la nostalgia.
Saben que ya no serán el mayor mercado del mundo, ni en ventas ni en producción. Pero asumida esa realidad, dejan ver que han aprendido la lección y que trabajan duro para recuperar el tiempo perdido. 








Autor: Redacción

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