Actualmente existe la población juvenil más grande de la historia. Según datos de la ONU, en el mundo hay unos 1.800 millones de jóvenes con edades comprendidas entre 10 y 24 años. Asimismo, se espera que para el año 2030 los y las jóvenes representen el 57% del total de la población, lo que lleva inmediatamente a pensar en el enorme potencial de desarrollo que significan para el planeta.
“Si bien es importante abordar todos los temas que se relacionan con la juventud, es fundamental hablar de la salud mental en los jóvenes”, explica la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC.
La salud mental, comprendida como el bienestar emocional, psíquico y social que permite llevar adelante los desafíos de la propia vida y de la comunidad en la que se está inmerso, se encuentra aún estigmatizada. Algo que aún sigue siendo tabú y no se habla de manera libre en comparación con la salud física, cuando en realidad ambas son parte de un mismo todo.
La profesional de OSPEDYC explica algunos puntos que se deben tener en cuenta a la hora de hablar sobre salud mental:
● El padecimiento mental no es estático, ya que puede afectar de modo parcial y transitorio la vida de una persona, cuando se encuentra transitando una etapa determinada, con circunstancias que afecten su salud mental.
● Las personas con enfermedad mental no deben ser aisladas de su comunidad: todas las personas tienen derecho a recibir la atención sanitaria necesaria, acompañadas de sus afectos y en su comunidad.
● La salud mental no debe atenderse de forma diferente de la física. La salud es una sola, y su abordaje debe realizarse en los centros de salud y en los hospitales generales.
“Los adultos necesitamos contar con herramientas para que, en caso de que la salud mental de los jóvenes se vea vulnerada por algún motivo o circunstancia en particular, sepamos cómo ayudarlos”, menciona la Dra. El haj.
¿Qué factores afectan la salud mental de los jóvenes?
Hay muchos factores que pueden afectar la salud mental de los jóvenes. De acuerdo a su edad, algunos se relacionan con el colegio y relación entre pares. Y, una vez que son mayores, los problemas se relacionan con temas de inserción laboral, estudios, trabajo, posibilidades a futuro. Las principales causas pueden ser:
● Acoso (ya sea en persona, a través de los medios sociales, o ambos). Hoy en día el acceso a las redes sociales y la facilidad con que todo es público y rápidamente viralizado, hace que los jóvenes, más que nada los adolescentes, se encuentren expuestos a una gran cantidad de riesgos.
● Discriminación por la orientación sexual, el peso, la religión, la discapacidad u otros factores. Ya sea en el ambiente académico, o en la inserción laboral.
● Presión en el colegio: muchas veces se observa una presión abrumadora por lograr buenas calificaciones para conseguir que los admitan en universidades a futuro, u obtener becas para poder continuar estudiando luego del secundario.
● Horarios difíciles que no permiten suficiente tiempo para el descanso, la relajación y la diversión no estructurada.
● Problemas relacionados con la falta de dinero para tener una vivienda segura y estable. Esto es una vez que intentan insertarse en el mercado laboral e independizarse.
“Una vez que se conocen las causas más frecuentes que pueden desestabilizar la salud mental, entendemos que es importante estar alertas a las señales de nuestros jóvenes, y lo que podemos notar para saber que están pasando por una situación que les afecta, y por lo tanto poder abordar el tema de la mejor manera posible para ayudarlos a recuperarse”, detalla la profesional de OSPEDYC y enumera algunas de las señales a las que se debe estar alerta:
● Cambios notables en el sueño, el peso, los hábitos alimentarios.
● Pérdida de interés en las cosas que habitualmente le gustan.
● Mayor retraimiento de amigos, familiares y la comunidad en general.
● Dificultades académicas que parecen diferentes o más intensas.
● Señales de consumo de drogas, alcohol u otra sustancia, autolesiones como cortes, quemaduras, moretones, etc.
“Como sociedad responsable, debemos dejar de estigmatizar los temas de salud mental, hablarlos, llevarlos a la cotidianeidad, preocuparnos y ocuparnos. De esta manera, estamos ayudando a nuestros jóvenes a creer en sí mismos y a que den su máximo potencial en pos de crear un mundo mejor”, concluye la Dra. El Haj.