Editorial

Cuando el tránsito mata

Entre el 2010 y el 2014, en Rafaela murieron 64 personas a raíz de los accidentes de tránsito según las estadísticas propias. Y en lo que va de este año se registraron otras 13 víctimas fatales a causa de la inseguridad vial, por lo tanto en seis años las calles y rutas que atraviesan la ciudad se cobraron 77 vidas. Mientras el Gobierno municipal busca desarrollar una política de estado que comprenda educación vial, medidas para agilizar el tránsito, controles y sanciones por la falta de medidas de seguridad como el casco o el cinturón y la alcoholemia, los rafaelinos debemos proteger nuestra vida a partir del respeto de las normas. 

Según datos de la asociación civil Luchemos por la Vida, la Argentina ostenta uno de los índices más altos de mortalidad producida por accidentes de tránsito: veintidós personas mueren por día, esto es casi 8.000 muertos por año, y más de 120.000 heridos anuales de distinto grado, además de cuantiosas pérdidas materiales. Esta cifra, consigna la entidad, es significativamente elevada si se la compara con los índices de otros países, en relación a su población y número de automóviles circulantes. Asimismo, advierte que el total de muertos en Argentina entre los años 1992 y 2014 asciende a 175.050 personas.

A nivel mundial, la problemática revela estadísticas igual de preocupantes: los accidentes de tráfico

provocaron 1,25 millones de muertes en todo el mundo en 2013, y Africa fue el lugar más peligroso para la circulación, según un

informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentado en Ginebra el pasado lunes.

La cifra permanece relativamente estable desde 2007, a pesar

del aumento de la población y del número de vehículos, indicó este

organismo. 

Africa es el continente en el que los

accidentes en las rutas dejan más víctimas mortales.

En esta región del mundo la tasa de mortalidad es de 26,6 por

cada 100.000 habitantes, muy por encima del 9,3 de Europa, en el

otro extremo del espectro.

La directora general de la OMS, Margaret Chan, consideró que este balance sigue siendo demasiado alto. 

El informe detalla que la mitad de las víctimas fueron peatones (22%), ciclistas (4%)

y motoristas (23%).

La situación mejoró en los países que adoptaron leyes para

reducir los cinco factores considerados de riesgo: la velocidad,

la conducción bajo los efectos del alcohol, la falta de casco, la

de cinturón de seguridad y la de asientos para los niños.

Del documento se desprende que la situación mejoró en 17 países

(que representan 409 millones de personas), que reforzaron las

leyes al respecto.

La OMS considera que la velocidad máxima en las aglomeraciones

debería ser igual o inferior a 50km/hora, una recomendación que

sólo respetan 47 países en el mundo (con un total de 950 millones

de personas).


En lo que respecta al consumo de alcohol, el informe indica que

los jóvenes ebrios corren un riesgo mayor de tener un accidente

que los conductores de mayor edad para un consumo igual.

Por ello, la OMS sugiere que se fije una tasa de alcohol

máxima igual o inferior a 0,02 gr para los conductores jóvenes y

noveles, una medida que ya existe en 21 países europeos.


Asimismo, aconseja el uso obligatorio del casco a bordo

de los vehículos de dos ruedas para todos los conductores y para

los niños, algo que sólo respetan 44 países, con un total de 1.200

millones de personas.

Respecto al uso del cinturón de seguridad, 105 países, con

4.800 millones de personas, tienen normas que obligan a llevarlo

abrochado tanto en la parte delantera como en la trasera del

vehículo.


El informe señala asimismo que los vehículos vendidos en un 80%

de los países del mundo no respetan las reglas básicas de

seguridad. Uno de los objetivos del

desarrollo sostenible para 2030 es la cuestión de la seguridad en las carreteras y la ONU espera reducir en un 50%

el número de víctimas de accidentes de tráfico para 2020.

En este marco, las autoridades uruguayas

lanzaron esta semana una campaña de shock con imágenes reales de

accidentes de tránsito, en busca de reducir el elevado número de

siniestros que son la primera causa de muerte en menores de 35

años en el país.

La campaña tiene varios componentes, entre ellos tal vez el más

impactante es la difusión de imágenes reales de accidentes de

tránsito de una crudeza nunca vista antes por el público local.

En la pieza que difunde la Unidad Nacional de Seguridad Vial se ven imágenes reales de

choques en esquinas, atropellamientos de ciclistas y peatones,

autos que impactan contra motos y a los conductores de motos disparados por el aire o arrastrados por otros

vehículos.


Las imágenes fueron tomadas de cámaras instaladas en los

lugares en donde se produjeron esas tragedias.

Con el eslogan "#cortemosesto", las imágenes pueden observarse

a través de la red social twitter.

Además, las autoridades dispusieron la exhibición de vehículos

accidentados en varios puntos de Montevideo. Son campañas extremas, pero las acciones moderadas no dieron el resultado esperado. 


Autor: Redacción

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