Editorial

¿Cuáles fueron las fallas?

CORONAVIRUS

Actualmente, en Europa y Estados Unidos se vislumbra el fin de la pandemia de coronavirus, en América Latina sigue viviéndose un momento extremadamente complicado.
Bogotá, la capital de Colombia, registró el mayor nivel de transmisión del Covid-19 desde el inicio de la pandemia y sus autoridades, en su momento, emitieron una alerta roja.
Al mismo tiempo, en la capital venezolana, Caracas, los hospitales carecen de camas, insumos y hasta personal, rescatándose dentro de ese panorama, el nombre de José Gregorio Hernández, el "médico de los pobres".
Las capitales de Colombia y Venezuela resumen una situación que se repite, con similares características, en la gran mayoría de las naciones latinoamericanas.
Durante el primer semestre, la región acumuló alrededor del 35% de las muertes por Covid-19 de todo el mundo, pese a contar sólo con el 8 por ciento de la población mundial.
En la región, las cifras del llamado exceso de mortalidad apuntan claramente a que el número real de muertos puede ser muy superior al que se reconoce de manera oficial.
México, por ejemplo, hace un tiempo, informó a través de la Secretaría de Salud que habían fallecido, en determinado período, 201.429 personas, al tiempo que desde fuentes privadas se aseguraba que las víctimas llegaban a las 294.287.
Al margen de las cifras, que varían sustancialmente, está claro que México es el segundo país latinoamericano con mayor cantidad de muertes, por detrás de Brasil, que encabeza las estadísticas.
Pero al margen de las irreparables pérdidas humanas, la región está sufriendo una crisis económica sin precedentes.
Según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Producto Interno Bruto (PIB) regional se contrajo, durante la primera mitad del año, un 8 por ciento, incluyendo el cierre de unas tres millones de empresas, impulsando el desempleo y la informalidad.
A esto se debe agregar que las campañas de vacunación sufren contratiempos y avanzan lentamente, con las excepciones de Chile y Uruguay.
Por todo lo expuesto, América Latina se convirtió en la región más afectada del mundo por la pandemia, según un informe global que dieron a conocer en el período comprendido entre los meses de enero y junio, varias de las más prestigiosas universidades de Estados Unidos.
La pregunta que se impone, es ¿cómo se llegó a este punto y cuáles son las perspectivas para la región?
Distintos expertos consultados argumentan que lo que hoy sigue viviéndose en América Latina es el resultado de una mezcla de factores.
Desde el Banco Mundial para América Latina y el Caribe, se menciona que aparte de "razones obvias" como la alta tasa de urbanización en la región y la densidad de población que facilitan la transmisión del virus, en todos los países persisten "grandes falencias" en los sistemas de salud y también en el monitoreo de enfermedades infecciosas.
En países como Argentina, Brasil, Colombia, México, Perú y Venezuela hay decenas de hospitales en los que escasean los cilindros de oxígeno, que en muchos casos no resultaron suficientes para atender las demandas.
Incluso, se reportaron diferentes anormalidades, como el robo de oxígeno en algunos hospitales de México, o la comercialización en el mercado negro, que pudo constatarse en Venezuela, no solamente de esos aparatos, sino también de mascarillas y hasta de vacunas.
Un informe de la Universidad de California, llegó a la conclusión que "se llegó a ese punto a raíz de actitudes de negligencia, soberbia, pero fundamentalmente debido a la pobreza".
Además, se consigna que "esa lamentable combinación de factores, se vio agravada por faltas de liderazgo en algunos casos, de prevención en otros, y obviamente, por la carencia de recursos financieros".
Debe señalarse, al mismo tiempo, las enormes inequidades en los sistemas de salud, que se pusieron al descubierto ante una situación límite como la que generó la pandemia.
La escasez de pruebas de detección fue otro de los puntos débiles, de manera especial en los momentos de crecimiento exponencial de los contagios y las muertes.
Otro aspecto que complicó más de lo esperado el panorama es el relacionado con las reiteradas oportunidades que no se aprovecharon, especialmente en materia de prevención antes de la segunda ola. Lamentablemente, en ese sentido, no se tuvo en cuenta lo ocurrido en Europa.
Asimismo, los analistas criticaron el liderazgo "errático" de los gobiernos mexicano y brasileño, que se reflejaron en "graves consecuencias".
Bolsonaro tuvo un discurso negacionista de la pandemia y el hecho de cambiar a cuatro de sus ministros de Salud es una clara muestra de la inestabilidad de un sistema que nunca terminó de ordenarse.
Los enunciados son algunos de los factores que le agregaron mayor complejidad a esta pandemia global.

Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web