Editorial

Crisis en España

España es actualmente uno de los países de Europa más castigados por los efectos de la crisis, soportando una desocupación inédita en tiempos relativamente normales, que trepó al 24,44%, y además con importantes recortes para tratar de frenar el gasto público, habiendo entrado en recesión. Una mezcla realmente explosiva, que no tiene además por delante alguna esperanza de recuperación inmediata.

El flagelo mayor es sin dudas la falta de trabajo, consecuencia de la parálisis productiva en que se encuentra el país desde hace tiempo y cada vez con mayor agravamiento. Más allá de porcentajes, que a veces suelen impactar pero no reflejar la real magnitud del problema, hoy en España hay 5,6 millones de personas económicamente activas -es decir en plenas condiciones de producir- que se encuentran desocupadas.

Por cierto que esto no es nuevo en la península ibérica, ya que desde 2008 la desocupación viene incrementándose trimestre a trimestre, llegando ahora a este récord de 24,44% y con exactitud 5.639.500 personas sin trabajo, lo cual fue difundido hace unos días al conocerse los datos de la Encuesta de Población Activa.

Como se aprecia, esta situación que viene extendiéndose desde hace más de tres años, ubica a España al tope de las tasas de desempleo de los países de la Unión Europea, y todas las previsiones, considerando las pocas chances que hay de revertir el ciclo, indican que así permanecerá por un tiempo bastante largo. Solamente entre enero y marzo, el primer trimestre de 2012 los desocupados aumentaron en 365.900, a razón de 126 mil mensuales, lo cual resulta un verdadero despropósito, pero además un tobogán al cual no parece encontrarse freno.

Los sindicatos españoles responsabilizan en parte al gobierno de Mariano Rajoy, ya que el mismo dispuso en febrero una reforma laboral que, entre otras cosas, abarató el despido y por lo tanto se dieron mucho más casos. Justamente por eso sobre fines de marzo se realizó una huelga general sin precedentes en España, aunque no se logró modificar la decisión del gobierno, ya que los despidos mantienen su condición de haber sido facilitados.

Si en algo hay coincidencia hoy en el país ibérico, tanto desde el gobierno, la oposición, como los sindicatos y todas las organizaciones empresarios en sus diferentes niveles, es que la crisis es de "enorme magnitud", por lo cual España está viviendo uno de sus momentos más duros y complicados de la época contemporánea. Comparable sólo con la anterior crisis de 1994, cuando el desempleo había llegado a niveles parecidos, aunque se logró entonces emerger con mayor rapidez, por otras condiciones que existían en el resto del mundo.

En este momento, el mismo gobierno español tiene previsiones en que el desempleo continuará incrementándose, aunque muy poco más, estimando podrá llegar a 25,4% -un punto más que en este momento-, con una pérdida total de 630.000 empleos hasta fin de año. Luego, se podrá ir mejorando, pero muy lentamente, ya que demandará varios años volver a registros de desocupación normales, estimándose estar en 24,2 en 2013, 23,4 en 2014 y 22,3 en 2015. Queda de tal manera visto, que si la situación española es hoy dura y complicada, lo seguirá siendo en los próximos años.

Hay otros datos que agregan aún mayor dramatismo, como por ejemplo el número de hogares con todos sus miembros sin trabajo asciende a 1.728.000, mientras que el índice de desempleo entre los jóvenes menores de 25 años es de nada menos que el 52%, afectando a 921.000 personas incluidas hasta ese tope etario.

Los extranjeros, que en España siempre fueron muchos, conforman otro de los grupos más afectados por la falta de trabajo y la crisis en general, siendo los que no tienen o han perdido sus empleos el 36,9%, bastante por sobre el promedio general, con un total de 1,3 millón de personas.

Estos datos, en su conjunto, no hacen otra cosa que describir una realidad que va marcando algunas pautas muy concretas, como por ejemplo que el deterioro es sostenido desde 2008 y que no aparecen a la vista posibilidades de recuperación, al punto que es el mismo gobierno -encargado de hallar e implementar medidas que llevan a una solución del problema- el que se encargó de decir que aún en 2015, dentro de tres años, la desocupación continuará estando en 22 puntos. Muy cerca de ahora, por lo cual el deterioro se mantendrá quien sabe hasta cuando.

Autor: Redacción

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