SIMFEROPOL, 7 (AFP-NA). - Los electores de Crimea
podrán optar por unirse a Rusia en un referéndum, decidió el
parlamento de esa región ucraniana el jueves, en momentos en que las
potencias occidentales mantenían la presión sobre Moscú para que
converse con Kiev.
Washington anunció restricciones a la entrega de
visas y el congelamiento de activos de aquellos ucranianos o rusos
que considera responsables de la situación en Ucrania, mientas los
mandatarios de la Unión Europea, reunidos en Bruselas, suspendieron
las negociaciones bilaterales sobre las visas, como primera sanción
política contra Moscú.
Los mandatarios de la UE amenazaron a Rusia
con adoptar sanciones cada vez más duras si no toma medidas para
resolver la tensa situación en la que se encuentra Ucrania, país
con el que el bloque europeo firmará un acuerdo de asociación. El rechazo a firmar este acuerdo a finales de noviembre por el destituido presidente Viktor Yanukovich, desencadenó una ola de protestas que llevaron a la crisis actual.
El
parlamento de Crimea pidió al presidente Vladimir Putin la unión de
la península a Rusia y anunció un referéndum para el 16 de marzo.
Los electores de este territorio estratégico,controlado desde el 28
de febrero por fuerzas armadas prorrusas, podrán elegir entre unirse
a Rusia o tener una mayor autonomía.
Estados Unidos, la UE y Kiev,
donde hay un gobierno prooccidental desde la destitución el 22 de
febrero de Yanukovich, denunciaron ese referéndum.
Además, el presidente interino de Ucrania, Oleksandr Turchinov,
anunció que el parlamento ucraniano lanzará un procedimiento para
disolver la asamblea regional de Crimea, y calificó la decisión del
parlamento de Crimea de "crimen".
En paralelo, el
secretario de Estado norteamericano John Kerry se entrevistó nuevamente con el canciller ruso Serguei
Lavrov. "Por el momento, no podemos anunciar a la comunidad
internacional que nos hemos puesto de acuerdo", afirmó Lavrov,
tras el encuentro en Roma.
El presidente Barack Obama advirtió
este jueves ante un grupo de periodistas en la Casa Blanca que la convocatoria de un referéndum en Crimea sobre su
reintegración a Rusia violaría la soberanía de Ucrania y el
derecho internacional.