Editorial

Crece la desocupación

Recientemente el INDEC informó que la desocupación en la Argentina subió al 6,9 por ciento en el 2014, y que se perdieron unos 300 mil empleos como consecuencia de la caída de la actividad económica y el consumo. Pero como el organismo encargado de las estadísticas oficiales tiene escasa credibilidad a partir de haber sido intervenido por el Gobierno nacional allá por 2008, sus datos son cada vez menos confiables. Se sabe que si las radiografías de la realidad, como se consideran los relevamientos estadísticos, son manipulados y falseados, los diagnósticos que se realizan son equivocados y las soluciones que se diseñan a partir de esas lecturas no son las adecuadas para encarar problemas. 

En este sentido, casi 2,9 millones de personas

tenían problemas de empleo a fines de 2014, ya que la tasa de

desocupación subió a 6,9% mientras que la subocupación creció a

9,1%, según los datos divulgados el jueves por el INDEC.

En el cuarto trimestre de 2013, la desocupación era de 6,4% y

la subocupación del 7,8%, unas 2.560.000 personas.

Según esas proyecciones, durante 2014 unas 300 mil personas

perdieron su fuente laboral o sufrieron complicaciones en sus

empleos.

Si se compara con el tercer trimestre de 2014, la tasa de

desempleo cedió 0,6 puntos, mientras que la subocupación (9,2%) se

mantuvo.


Para las consultoras privadas la actividad económica retrocedió

en 2014, mientras que para el INDEC fue levemente positiva.

La tasa de actividad -calculada como porcentaje entre la

población económicamente activa, o sea en condiciones de trabajar,

y la población total- se ubicó en 45,2%, inferior al 45,6% de un

año atrás.

A su vez, la tasa de empleo -calculada como la población

ocupada y la población total- se redujo a 42,1 por ciento desde el

42,7 por ciento registrado en el cuarto trimestre de 2014.


De esta forma, la población económicamente activa se estima en 18 millones de

personas, con lo cual al cierre del cuarto trimestre de 2014

existían alrededor de 1.240.000 sin trabajo y 1.650.000

subocupados.

Las cifras indican que también creció la precarización del

trabajo ya que la subocupación demandante, que agrupa a los que

trabajan menos de 35 horas semanales y buscan empleo, creció 1,3

por ciento entre el 2014 y el 2013.

También la subocupación no demandante, que agrupa a los que

trabajan menos de 35 horas pero no buscan empleo creció 1 por

ciento, efectuando la misma comparación.


La tasa de actividad bajó del 45,6 por ciento en el 2013 al

45,2 por ciento del año pasado y la tasa de empleo del 42,7 al

42,1 por ciento, con lo cual indica que se redujo también la

cantidad de gente que dejó de buscar trabajo por menos

oportunidades en el mercado.


Ambas reducciones están en línea con el aumento de la

capacidad ociosa de las fábricas y otros sectores afectados por la

caída de la economía.

Los distritos de Mar del Plata-Batán con 10,9% de desempleo y

el del Gran Córdoba con 10,2%, son los dos en los que la

desocupación se mantiene por encima de los dos dígitos. 

Uno de los economistas que plantea serias objeciones a las estadísticas oficiales es Roberto Lavagna, ex ministro de Economía, hoy alineado al Frente Renovador. Consideró que la desocupación real gira en torno al 11 por ciento, aumentando de esta forma sus dudas en torno al funcionamiento del INDEC. 

Un informe publicado ayer por el diario El Cronista ofrece más fundamentos sobre la intervención en el INDEC. "Una base de datos del INDEC arroja que el superávit comercial argentino de 2014 fue de apenas U$S 2.047 millones y no de U$S 6.687 millones, como había informado el propio organismo en su informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA). De acuerdo con la Base Usuaria del Indec, un indicador público y oficial que toma datos de la Aduana y utilizan profesionales del comercio exterior (que pagan una tarifa por ese servicio), Argentina exportó en 2014 por U$S 67.296 millones. El ICA del propio INDEC informó para el año pasado ventas al exterior por U$S 71.936 millones. La diferencia, U$S 4.640 millones, equivale casi al 70% del superávit comercial que había informado el propio ente estadístico. El saldo comercial positivo se achica porque las importaciones para uno y otro indicador totalizaron U$S 65.249 millones".

Clarísimo, el organismo tiene dos estadísticas sobre las exportaciones, lo que no aporta nada en esto de darle seriedad a su labor. Además, está en duda la credibilidad en sus estadísticas de empleo, de la inflación, de la pobreza y la indigencia y de la marcha de la actividad económica. Así, sus datos no pueden tomarse con seriedad. ¿Otro logro de la década?

Autor: REDACCION

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