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Cosquín Rock: los grandes momentos de un festival que se prepara para sus 25 años

Por Germán Sánchez

(Especial desde Santa María de Punilla). - “Cómo van a hacer llorar a un hombre grande”, dice Ricardo Mollo con una sonrisa dibujada en su rostro que no logra disimular sus ojos llorosos. Y es que no puede evitar emocionarse al escuchar a la multitud del Escenario Sur cantar a viva voz el estribillo de ‘Spaghetti del rock’ en esa versión acústica e intimista que Divididos viene haciendo desde hace por lo menos un año en sus shows. La gente se anticipa a la voz inoxidable de Mollo, que se banca solo con su Gibson la imponencia del escenario y los miles de fanáticos.
“Remontar el barrilete en esta tempestad, sólo hará entender que ayer no es hoy, que hoy es hoy y que no soy actor de lo que fui” tronó con fuerza el sábado en las sierras. Brama la gente, pero para Ricardo es como un susurro dulce en el oído. Intenta seguir, pero las grandes pantallas devuelven unos ojos emocionados. Un soldado de miles de batallas, que creció con Luca Prodan, que lleva más de 35 años con una banda cada vez más sólida. Sin embargo, se permite esas licencias. Tal vez por ser un “hombre grande”, como él mismo se define. Igual, uno gira la vista y alrededor el público también acompaña con lágrimas un momento único del show.
Eso es Cosquín Rock. Más de 100 bandas y artistas, pero además, miles de momentos únicos. Como tener al perico Juanchi Baleirón y al decadente “Cucho” Parisi juntos en el escenario, acaso buena parte de la banda de sonido de nuestra adolescencia, allá por la segunda parte de la década del 80 y los 90. O como ver a Pablito Lescano y sus Damas Gratis hacer una versión homenaje de ‘El mono relojero’ de Kapanga. O que Ciro haga subir al escenario a “Tete” Iglesias -vocalista de La Renga- para decirle feliz cumpleaños en el día en que cumplía sus 57.
O el épico show de El Bordo bajo un diluvio en el inicio del día 2, que terminó con “La Banda” cantada por Ale Kurz bajo el agua como todo el público. “Es que sin vos a mi canción le falta el alma”. Y al alma de las canciones no le importó mojarse y embarrarse para ver a su banda.
O la primera vez de Lali Espósito -esta semana enredada con una discusión mediática con el Presidente de la Nación- en Santa María de Punilla mirada por muchos ojos que nada tienen que ver con la música. O ver a Ema Noir de Ke Personajes cantando “Complicado y aturdido” con los Pericos. O al “Enano” de la Vela para cerrar el show con “Casi nunca lo ves”. O La Vela invitando a Juanchi Baleirón a cantar “El viejo” en el cierre del sábado. O escuchar y ver por primera vez a una leyenda de la guitarra como Slash brillando en la noche del segundo día, después de un multitudinario show de Ciro y sus persas. O Los Caligaris sumando a Ale Kurz, a Fran de Cruzando el Charco y varios más para una gran versión de “Asado y fernet” con asado incluido arriba del Escenario Norte.
Todo eso y mucho más es Cosquín Rock. Todo eso y mucho más se vivió durante el fin de semana. Oficialmente, 100.000 personas divididas en los dos días disfrutaron de la versión 24 del festival de música más grande de la Argentina. Es cierto que se hizo muy complicado repetir la tremenda convocatoria del año pasado -se habían agotado las entradas-, primero porque la situación del país no ayuda para poder hacer frente al costo que significa realizar este viaje. Además, nuevamente el predio fue extendido en sus dimensiones, y ya llega a las 14 hectáreas que se utilizan para todo lo que implica el festival.
Para cerrar, los datos del informe de triple impacto del festival Cosquín Rock 2024 en el que se evalúa su influencia ambiental, económica y sociocultural. En tal sentido, el evento movilizó más de 21 mil millones de pesos, con una concurrencia estimada en más de 100 mil personas.
Los seis escenarios que se montaron en el predio de 14 hectáreas, la mayor superficie usada en Latinoamérica para un evento de este tipo, presentaron 106 propuestas artísticas. Asimismo, se entregaron 90 mil litros de agua gratis a través de puntos de hidratación. Y la realización del evento generó, una vez más, 5.000 empleos directos. A esta cifra deben sumarse los empleos indirectos dentro del festival, y los emprendedores e independientes, así como otros agentes indirectos fuera del predio, que impactan tanto en servicios y comercios de la región como en la economía social.
Con las sensaciones frescas del pasado fin de semana, ahora comienza la cuenta regresiva para la edición 2025 de un festival que permite disfrutar de las mejores bandas y solistas del país en un solo lugar durante un fin de semana único. 

Autor: Redacción

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