Editorial

Corrupción y censura

La censura y la corrupción tienen un avance prácticamente simultáneo, encontrándose muy estrechamente relacionadas entre sí, ya que cuando crece la corrupción también lo hace en forma proporcional la hostilidad hacia la prensa autónoma, puesto que es quien investiga y finalmente hace público los informes. Esos mismos que de otra manera difícilmente hubiesen trascendido, pues en situaciones donde los cuatro poderes confluyen prácticamente en una misma dirección, los negociados suelen hacerse con gran sentido de impunidad y sin demasiados resguardos, permaneciendo de todos modos ocultos.

En Ecuador, uno de los países que parece haber entrado por esta variante, es muy parecido el avance del control, vigilancia y mordaza sobre los medios, que las denuncias de corruptelas que supuestamente se vienen cometiendo dentro del ámbito político y gobernante, apropiándose del dinero público.

El presidente ecuatoriano Rafael Correa tiene un feroz avance sobre los medios de comunicación que no le son adictos, habiendo comenzado todo con una Ley de Medios propuesta por el Ejecutivo, mediante la cual fue creado ahora un denominado Consejo Regulador, el cual se encargará, justamente, del control de los contenidos de los medios. Este ente lo integrarán cinco miembros, todos ellos fieles a los mandatos del presidente Correa, por lo cual puede deducirse la intervención que tendrá el mismo, considerando incluso la persecución que se viene profundizando en todo Ecuador hacia los medios de comunicación que no responden al gobierno, presionados además por resoluciones judiciales que han dejado a varios al borde de la desaparición.

Este Consejo dispondrá de la facultad de establecer sanciones administrativas y enviar a la Fiscalía Nacional las acciones que sean consideradas "delitos de acción pública".

De esta manera Correa viene preparando todo el escenario para su campaña electoral de 2013, cuando se postule para un nuevo mandato en la presidencia, ya que la nueva Ley Electoral está muy relacionada con la Ley de Medios, razón por la cual casi todos los trabajos periodísticos que se difundan o publiquen durante la campaña electoral pueden ser calificados de "ilegales", tal como fue puntualizado por el Foro de Periodistas de Ecuador, una de las pocas agrupaciones independientes que permanecen en el país.

De esta manera, con las normativas de esta ley, y según lo sostuvo el Comité para la Protección de los Periodistas, "esta reforma priva a los ciudadanos ecuatorianos de su derecho a permanecer informados sobre la elección y representa el ejemplo más reciente del deterioro de la libertad de prensa bajo el mandato de Correa".

Desde ese mismo Comité se advirtió tanto a los ecuatorianos como al resto del mundo, que "las recientes reformas a la ley electoral en Ecuador, son tan amplias que podrían, entre otras cosas, prevenir el trabajo informativo sobre cuestiones electorales tres meses antes de la votación". Es que, según las normas, los medios deberán abstenerse de hacer promoción directa o indirecta de las campañas de los candidatos durante los 90 días previos a la elección", un enorme absurdo, ya que lo que en realidad se intenta es imponer el más absoluto silencio, con lo cual los candidatos de la oposición quedarán limitados a actos limitados, en tanto que quien ejerce una función pública -como Correa por supuesto- podrá continuar beneficiado por la actividad propia de un gobernante, que incluso tiene la "obligación" de difundir sus acciones de gobierno.

Hasta tanto llega la limitación, que según interpretaciones que han hecho los editores de medios, la simple publicación del perfil de un candidato, incluso sin la mención de propuestas y programas que podrían relacionarse más directamente con un acto de promoción, podrían significar la aplicación de muy duras sanciones por parte del Consejo Regulador.

Claro que no se trata sólo de la vigilancia para hacer campañas proselitistas a medida de un candidato, vedando a los restantes, sino también y tal como lo decimos al comienzo, de poner una mordaza a la información sobre los actos de corrupción, que sin los medios independientes de por medio, podrán ser llevados adelante sin demasiadas molestias.

 En Ecuador, al igual que en otros países latinoamericanos, escribir o decir se han transformado en acciones peligrosas. 

Autor: Redacción

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