Editorial

Corrupción policial

Muy pocas veces, un gobierno debe haberse enfrentado a una situación tan delicada como esta del desplazado jefe policial Hugo Tognoli, no por el hecho en sí de haber sido relacionado con el narcotráfico y otras actividades delictivas, ya que a decir verdad en la actualidad suele ser lamentablemente bastante frecuente la participación de uniformados en el campo del delito, sino por haber sido absolutamente sorprendidos por la denuncia, ya que la misma fue hecha pública a través de un diario metropolitano como Página/12, la cual por sus efectos y consecuencias, constituyó un verdadero misil en el centro de la administración de Antonio Bonfatti.

Tognoli, quien antes de ser puesto al frente de la policía provincial había sido jefe de drogas, y por lo tanto era un experimentado conocedor del tema, más allá de la renuncia que debió presentar al cargo muy poco después de la revelación hecha por el aludido diario, se encuentra en una situación judicial sumamente delicada por las pruebas reunidas, consistentes en grabaciones que lo ubican como el receptor de coimas -en este caso preciso de 30.000 pesos para vender drogas en un prostíbulo de Villa Cañás-, pero además también directamente relacionado, a través de la clave y el código personal de Tognoli, en el seguimiento por parte de dos automóviles de un distribuidor de drogas, a quien se lo vincula con el ex jefe policial.

La condición de prófugo de Tognoli, aún cuando ante las cámaras había comprometido su disposición para con la Justicia, echó más leña al fuego al tema, incrementando las versiones que circularon en torno a esta situación, algunas de ellas realmente de muy extraño y llamativo contenido, al punto de poder calificarse de perfiles cinematográficos, aunque su posterior presentación ante las autoridades policiales aportó una cierta distensión, pero más que eso, la posibilidad de lo más pronto posible se conozca la verdad. Unica manera, habida cuenta del volumen del episodio, aspirar a recomponer la credibilidad perdida, aunque llevará un período bastante prolongado, en el cual deberán aunarse los aportes de varios sectores, muy especialmente el que corresponde a la propia fuerza policial, debiéndose ajustar en forma estricta a directivas de la autoridad gubernamental, que no deberán admitir declinaciones ni flaquezas de ningún tipo.

Más allá que habrá que aguardar el desenlace de los acontecimientos, y aún cuando no es novedoso el descrédito policial, el desprestigio y falta de confianza de parte de la población que existe en estos días es notable.

Suele decirse que no hay mal que por bien no venga, y tal vez pueda ajustarse a esta conflictiva situación, que si bien es en estos momentos de muy alto voltaje y preocupante para el gobierno, habiendo recibido críticas y cuestionamientos por estar ajeno al tema, pueda en cambio significarle la gran oportunidad para encarar una total y profunda reforma dentro del sistema de la institución policial, como así también entre quienes la conforman.

Aún cuando se dejó en evidencia una rápida respuesta frente al tembladeral desatado, separando a Tognoli y prestamente poniendo al frente de la fuerza a Cristian Sola, quien era hasta ese momento subjefe de aquel y por lo tanto habiendo también puesto su renuncia a consideración del Ejecutivo recibiendo en cambio una contundente ratificación y muestra de confianza, existieron manifestaciones políticas que calificaron de apresurada esa decisión, sosteniéndose que "la cúpula policial es un conjunto de autoridades que conducen la policía y no puede desconocer lo que sucede al interior de la fuerza", dejándose en claro que no se deslizaba una imputación a Sola, "pero si no se dio cuenta de lo que estaba sucediendo estamos en problemas".

El de la corrupción policial es una problemática de muy larga data, pues los "recaudadores" existieron desde siempre, pero eso no constituye una justificación para no hacer todo lo posible para ponerle coto y comenzar a revertir una situación que se encuentra directamente relacionada con la inseguridad, el mayor de los problemas que hoy preocupa a la población. 

En cuanto a algunas alusiones formuladas a este Diario sobre el tema policial, por tan desubicadas y alejadas de la realidad, como por su origen intelectualmente inimputable, es que optamos por el silencio como respuesta.

Autor: Redacción

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