Editorial

Corales en peligro

 La Organización Meteorológica Mundial advirtió que el presente año 2016 a punto de culminar se convertirá en el

más caliente de toda la historia, ya que

"la temporada excepcionalmente larga de calentamiento global continuó en

agosto y septiembre, siendo el de más altos registros tanto en la

superficie terrestre como en la de los océanos",

basándose en informes de la NASA y del Centro Europeo para las

Previsiones Meteorológicas a Mediano Plazo.


Lo cierto es que como consecuencia de

esta situación se encuentra en serio riesgo el estado de la Gran Barrera

de Coral de Australia, la cual contiene 400 tipos de corales, 1.500

especies de peces y 4.000 variedades de moluscos,

con una longitud de 2.300 kilómetros, y que entre otras cosas, debido a

su tamaño puede ser divisada desde el espacio. Aunque en realidad, este

deterioro comenzó a advertirse en la década de 1990 debido al

calentamiento del mar y el sostenido aumento de la

acidez del agua por la mayor cantidad de dióxido de carbono en la

atmósfera.

Justamente, el dióxido de carbono es

la emisión de los gases conocidos como "efecto invernadero", producto de

la quema de combustibles por parte de la industria mundial, que se van

acumulando en la atmósfera y dañando la capa

de ozono, por cuyos enormes agujeros se filtran los rayos ultravioletas

del sol sin protección alguna, que terminan provocando el sostenido

aumento de la temperatura de la corteza terrestre, con todas las

consecuencias que son por demás conocidas, como el

caso del deshielo de los casquetes polares, que provocan la suba del

nivel de los mares causando reiteradas inundaciones.

Ahora, además de

otras nefastas consecuencias, también se sabe del avanzado deterioro

provocado en la Gran Barrera de Coral, cuyos daños

se habían calculado en un principio en una tercera parte de la misma,

pero que ahora, ante nuevos estudios, son estimados en el 67% del total,

cuya desintegración mayor se produjo en los últimos 9 meses.

Uno de los autores del estudio sostuvo

que "la Barrera había escapado con daños menores de los blanqueos de

1998 y 2002, pero ahora resultó realmente dañada, aunque se califica

como positivo que al menos una buena parte de

la Barrera en la región sur logró escapar de los daños, y si los hubo

fueron mínimos.

Frente a la magnitud del problema, los investigadores

estiman que de darse las condiciones apropiadas en cuanto a la

temperatura, en que no siga aumentando y se logre de

una vez por todas controlarla, los daños podrían repararse en un plazo

de 10 a 15 años.

Respecto a la modificación de esas

condiciones a las que se aluden, dependen absolutamente del grado de

cumplimiento de parte de los países que se han comprometido en reducir

la emisión de gases, siendo China y Estados Unidos

los responsables del 40% del total de gases lanzados a la atmósfera,

dependiendo de ambos, las dos mayores potencias comerciales del planeta,

que la situación se vaya encaminando.

La Gran Barrera de Coral no sólo

provee un hábitat para la mayoría de los peces consumidos por los

humanos, sino que también protegen a la costa de tormentas y crecidas

del mar, teniendo los corales una relación simbiótica

con las algas microscópicas, que les brindan oxígeno y parte de los

compuestos orgánicos que producen mediante fotosíntesis.

Es de confiar que, como lo espera gran

parte del mundo pues de ello depende el futuro de la raza humana, se

logren de una vez por todas los límites tantas veces comprometidos en

las cumbres mundiales del clima, y nunca cumplidos.

Hoy, parece que la situación está modificándose.

 

De todas formas, si bien debe remarcarse la esperanza de al fin alcanzar un acuerdo que al fin permita visualizar mejorías en las condiciones climáticas y ambientales, el presente 2016 se convertirá en el año más caliente de toda la historia, así habiéndolo advertido la Organización Meteorológica Mundial. Lo cual sin dudas no es una buena señal para el futuro cercano, aunque también puede interpretarse que hemos tocado fondo en cuanto a los daños ambientales, lo cual podría marcar un buen momento para comenzar a revertir una perspectiva tan complicada.

Autor: Redacción

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