CARACAS, 3 (AFP-NA). - Opositores venezolanos bloquearon
este martes vías en Caracas y otras ciudades en rechazo a la
convocatoria del presidente Nicolás Maduro a un proceso para
cambiar la Constitución, que desvanece su objetivo de lograr
elecciones generales y agudiza la grave crisis que sacude al país.
Acosado tras un mes de marchas que exigían su salida del poder
a través de elecciones generales, Maduro dio el lunes un giro a la
crisis al convocar a una "Constituyente popular", cuyos 500
asambleístas no serán elegidos por sufragio universal, sino por
sectores sociales y por comunidades.
Ante este el nuevo escenario, la oposición rearma su
estrategia: el Parlamento, único poder que controla, discute esta
tarde los alcances de la decisión y acciones para aumentar la
presión internacional contra el gobierno y convocó a una "mega
marcha" para el miércoles.
"Lo que pretende Maduro es concentrar el poder" y "aniquilar
las elecciones democráticas", dijo en la sesión el jefe
legislativo Julio Borges.
El líder opositor Henrique Capriles y otros dirigentes llamaron
a seguir en la calle. "Con su anuncio, Maduro consolida un golpe
de Estado", afirmó.
Cacerolas, bocinas y cornetas sonaron temprano en Caracas,
donde grupos de personas bloquearon con basura, motos y troncos de
madera algunas calles y avenidas.
En La Urbina (este) hubo un
confuso tiroteo, luego de que militares dispersaron una protesta
con bombas lacrimógenas.
"Esa Constituyente que anuncia Maduro es una manipulación para
huir de elecciones", dijo Raúl Hernández, un universitario de 22
años, en un bloqueo en una avenida del este de Caracas.
POLARIZACION POLITICA
Aunque una Constituyente se convoca para transformar el Estado
y redactar una nueva Carta Magna, Maduro aseguró que reforzará la
Constitución de 1999 para "profundizar la revolución", en lo que
llamó un "desencadenante histórico".
Aún no está claro qué pasará con el calendario electoral.
Los
comicios de gobernadores debieron hacerse en 2016 -pero se
postergaron sin fecha-, los de alcaldes deben ser este año y las
presidenciales a fines de 2018.
"Es una medida desesperada de un gobierno que sabe que no puede
llamar a elecciones porque va a perder y recurre a la
polarización", dijo a la AFP Diego Moya-Ocampos, del IHS Markit
Country Risk de Londres, al referirse a que más de 70% de
venezolanos rechazan la gestión de Maduro, según encuestas.
Buena parte de la polémica está centrada en la elección de la
Asamblea Constituyente.
La Constitución impulsada por el fallecido
presidente Hugo Chávez (1999-2013), fue redactada por 131
constituyentes electos por voto directo, universal y secreto.
"Es obvio que el gobierno no podría ganar una elección de este
tipo y entonces hace una convocatoria tipo Frankenstein", afirmó
el analista Luis Vicente León.
Maduro enviará al poder electoral las bases de elección de los
asambleístas, buena parte de los cuales saldrán de estructuras
comunales auspiciadas por el gobierno. "No será una Constituyente
de partidos políticos ni de élites, sino obrera, comunal,
campesina", explicó.