Editorial

Consumo en baja

Estamos en los últimos escalones del año y las malas noticias no dejan de seguir acumulándose, en este caso preciso, los negativos datos referidos al consumo del mes de noviembre, que continúa cayendo, en este caso con un indicador de 5,9% en el promedio de ventas de supermercados y almacenes, dentro de un contexto interanual de suba de precios del 33,1%, habiendo sido este penúltimo mes de 2016 uno de los 5 peores del año junto a mayo, junio, agosto y octubre.

Resulta preocupante pues el nivel del consumo es el indicador más elocuente de la marcha de la economía, y más que eso, de la situación socioeconómica de la población, que vive momentos de clara tensión, expresados en los permanentes y reiterados reclamos, provenientes de casi todos los sectores.

El informe de una consultora da cuenta que los productos que fueron más golpeados son los perecederos y congelados y los de limpieza de la ropa y del hogar, con mermas promedio en el orden del 10%, consignándose que en comparación con años anteriores se está en valores parecidos a los de 2011, lo cual permite anticipar de acuerdo con las proyecciones, que 2017 mantendrá claramente este tendencia declinante.

Cuando el traslado de la baja del consumo se hace de manera anualizada tenemos 4,5% de contracción respecto a 2015, resultando una merma considerable, ya que hipotéticamente y sólo por cuestiones cronológicas el consumo debería haberse expandido, mientras que por el contrario, estuvo en baja. Lo cual, sin dudas, se advierte en todos los ámbitos, especialmente en aquellos sectores de recursos medios bajos y bajos, que son los que más sienten esta afectación de changuitos del súper cada vez más desprovistos.

El relevamiento muestra que el ticket de compra promedio en noviembre fue de 302 pesos, surgiendo de la comprobación realizada en 110 millones de transacciones comerciales en todos los canales, mostrando una importante reducción en los volúmenes de las compras grandes.

Sin dudas, la recuperación del consumo aparece como una de las grandes deudas pendientes del gobierno, objetivo hacia el cual se encuentra plenamente volcado. ¿Lo logrará?

También la carne

El consumo de carne continúa cayendo, como casi todo. En el lapso enero a noviembre de este año se contrajo 6,7%, quedando en consecuencia con 55,2 kilogramos por persona por año, de acuerdo lo fijó un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de la Carne, la que encuentra la principal explicación en la caída del poder adquisitivo de la población, aunque sin dejar de considerar que en lo que va del año la carne experimentó un aumento de precios del 33,7%.

Esto ha provocado que mientras el consumo de carne pierde terreno, en cambio lo van ganando las carnes porcina y aviar, que aunque también tuvieron incrementos son notoriamente más económicas. Y además, la situación ha generado que por primera vez en mucho tiempo mientras cae el consumo interno se encuentren creciendo las exportaciones.

Justamente la Cámara en cuestión da cuenta que en los primeros 11 meses del año los envíos al exterior crecieron 21,2% llegando a 229.000 toneladas, en lo cual influyó decididamente la devaluación de la moneda local que nos puso en nivel más competitivo, como así también la quita de retenciones y la eliminación de toda la maraña de trabas que existió durante el gobierno kirchnerista.

Otro aspecto que también es claramente advertible, y que viene desde año pasado, es que cada vez se envían menos hembras a faena, constituyendo una clara apuesta de los productores para incrementar sus rodeos, en especial con el objetivo puesto en las exportaciones. Lo cual, de sostenerse, hará que se vayan recuperando un posicionamiento perdido en el mercado mundial de carnes, del cual la Argentina fue no hace mucho tiempo atrás una de las potencias, y hoy relegada a terceros puestos, incluso detrás de países vecinos como Uruguay y Paraguay.

Hubo, es cierto, una luz de alarma en noviembre porque se registró una pequeña suba en el faenamiento de hembras, llegándose al 43,5%, aunque de todos modos se confía en que haya sido una excepción y vuelva a retomarse el posicionamiento anterior, afianzando la perspectiva futura del sector.

Autor: Redacción

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