Consumo sostenido

El consumo no sólo se mantiene si no que se expande, justificándolo de tal manera el informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el cual dice que en el pasado mes de septiembre los comercios minoristas superaron las expectativas que tenían ya que sus ventas crecieron 6,1 % en comparación con igual mes de 2010. De tal manera, en los primeros nueve meses del año, la expansión interanual de las ventas minoristas ascendió a 6,7 %, marca considerada dentro de un nivel ciertamente positivo.

Septiembre fue un mes donde hubo mayor cantidad de promociones que en julio y agosto, teniendo ese aspecto una importante influencia en las ventas, alcanzándose a notar mucho más en el interior del país, y aún cuando esta situación genera el desplazamiento de los compradores hacia a aquellos que ofrecen descuentos y otras ventajas, también sirve para reanimar el ánimo consumista. De todas maneras, según estima la Cámara, "el factor decisivo fue el crédito, que continúa canalizando buena parte de las ventas", y de modo especial  "el financiamiento en cuotas sin interés".

Si bien el consumo se mantiene y se expande, en cambio otros de los factores de sostén del rumbo económico que comenzó a aplicarse en 2003 se encuentra en franco deterioro, como por ejemplo la balanza comercial que va reduciendo sostenidamente el superávit, debido al mayor crecimiento de las importaciones que las exportaciones; y también, la caída que ha tenido la balanza fiscal, estimándose que luego de ocho períodos de superávit, este año se llegará a fines de diciembre con un déficit de 11.000 millones de pesos.

Volviendo al consumo, el único de los sostenes que por ahora se mantiene indemne, CAME se muestra muy optimista por su continuidad dentro de estas características ya que "no se observa saturación en los límites de compras con tarjetas, lo que indica que la capacidad de pago es buena".

Pasando a lo individual, el rubro que lideró el alza en septiembre fue el correspondiente a los electrodomésticos, con un crecimiento de 9,5 % en las cantidades vendidas, en tanto que quien se ubicó en segundo lugar fue el de indumentaria con 8,9 %, en ambos casos comparando con el año pasado.

Con Brasil, negativo

El comercio exterior argentino, a pesar del buen nivel que aún conservan los productos de origen agropecuario -aún considerando la baja de la soja-, aparece cada vez más complicado, con superávits que cada vez se reducen más, en algunos casos a punto de extinguirse. Veamos, si al margen de la balanza total tomamos la directamente vinculada con Brasil, nuestro socio mayor del Mercosur y con quien tenemos prácticamente enganchada nuestra economía, estamos en problemas, pues en septiembre último por ejemplo, se produjo un nuevo saldo negativo de 774 millones de dólares, con lo cual contabilizados los primeros nueve meses del año el saldo es favorable a Brasil en 4.501 millones de dólares, el doble que en igual lapso de 2010.

El factor fundamental para que se produzca esta situación, es que las importaciones desde el vecino país crecen mucho más que las ventas que les hacemos. Veamos lo ocurrido en septiembre, cuando nuestro país vendió por 1.433 millones de dólares y compró por 2.207 millones, registrándose una cuenta negativa de lo citado al comienzo, quedando por lo tanto bien en claro el porque de esta situación.

Si consideramos que el superávit total del comercio exterior de este año, según las estimaciones y proyecciones que se hacen, puede ser parecido o más bajo que en 2010, esos casi cinco mil millones de saldo negativo con Brasil adquieren una significación muy importante, incluso considerando que en el trimestre que aún resta explicar, esa cantidad puede incrementarse proporcionalmente en al menos otros mil millones, con lo cual estaríamos entonces en la mitad del saldo positivo total del año pasado.

Si bien en estos meses se han venido dando fuertes discusiones con Brasil, hasta el momento siempre ha prevalecido la postura de nuestro socio, ya que de ese modo lo exponen con claridad las estadísticas. Que en este caso, están mucho más allá de cualquier otra reflexión, ya que la Argentina viene resignando a razón de 500 millones de dólares mensuales de promedio para los nueve meses transcurridos, y lo que es todavía más complicado, constituyendo exactamente el doble de lo que sucedía en 2010. Es decir, y en pocas palabras, con Brasil siempre hemos estado en desventaja.