Editorial

Consumo eléctrico

Consumo eléctrico

Con un consumo de energía eléctrica que superó todos los récords anteriores en el pasado mes de diciembre, también se empujó hacia arriba la demanda anual, con lo cual 2010 registró una suba de 5,9% por sobre la inmediata marca anterior de 2009, ya que año a año el consumo va estableciendo nuevos registros inéditos.
Lo que en cambio no crece en igual relación, y de ahí entonces los inconvenientes que se vienen dando en los últimos tiempos para atender la demanda, es la generación de energía, cuyas fuentes de provisión no han tenido ni cerca un correlato similar con el consumo. De modo especial, tanto en verano como en invierno cuando se dan los picos de demanda para combatir los efectos naturales, sean las altas temperaturas como ahora o bien el intento frío en épocas invernales.
Diciembre fue un mes muy especial, pues el requerimiento energético global en el país fue 12,2% superior respecto a igual mes de 2009, razón por la cual y frente a la falta de inversión en el sector, se produjeron muy serios inconvenientes para atender la demanda.
De todos modos, debe dejarse sentado, que además de imprevisión y falta de inversión, también la matriz energética muestra la escasa diversificación que han tenido las estrategias orientadas a dotar al país de la necesaria producciòn de energía. Es que, de acuerdo con los datos que se difundieron en tal sentido, la energía térmica volviò a ubicarse al tope de la producción -como siempre ha sido históricamente- con la explicación del 57,4% del total, mientras que el sistema hidroeléctrico abasteciò el 33,8%, para finalmente el nuclear aportar apenas el 5,8%, siendo este sector el que no sólo no ha crecido sino que ha estado en permanente retroceso, ya que en sus mejores tiempos llegó a producir el 16% del total de la demanda nacional. Hoy, apenas se encuentra en la tercera parte, con lo cual queda bien explicitado el porqué de todos estos problemas energéticos que debe afrontar el país en los momentos de mayor demanda, provocando no solo serios inconvenientes en las redes domiciliarias, sino especialmente en las productivas, que debieron incluso ser sometidas a cortes rotativos para reducir su consumo.
Precisamente, debido a los reiterados problemas de los últimos años en que fue intensificándose la demanda como consecuencia del crecimiento sostenido, debió recurrirse a la importación de energía en sus diversas formas, constituyendo una novedad positiva con relación a 2010, pues en ese lapso la importación tuvo un descenso a sólo el 2% del total consumido.
Una de las mayores deficiencias, de acuerdo con las estimaciones sostenidas en estudios técnicos realizados por consultorías privadas, no afinca tanto en la producción misma de energía, sino y muy especialmente en la gran desinversión que hubo tanto en el transporte como en los sistemas de distribución de la energía generada, la cual no puede ser llevada eficientemente a los grandes centros de consumo.
De todos modos, sea cual fuere, el inconveniente está a la vista y es producto de la carencia de políticas realmente serias y responsables, que apunten al mediano y largo plazo, ya que invariablemente -ahora y antes- se suele apuntar todo el esfuerzo a la coyuntura inmediata. En pocas y entendibles palabras, "salir de la emergencia, del apuro", dejándose en cambio para más adelante las soluciones integrales.
Volviendo a diciembre, el mes top del año en cuanto a la demanda, además de una suba interanual del 12,2% en comparación con 2009, habiendo sido con el requerimiento de 10.125,7 gigavatios por hora, fue el de mayor consumo de toda la historia de la Argentina. Para establecer un parámetro, digamos que doce meses atrás esa demanda había sido de 9.023,6 gigavatios.
Diciembre no solamente fue récord mensual, sino que también estableció un récord en materia diaria, pues el día 23 se alcanzó el techo hasta ahora con 419,1 gigavatios.
Las altas temperaturas fueron uno de los aspectos centrales para esta mayor demanda, ya que durante ese mes de diciembre que cerró el año el promedio fue de 25,2 grados, mientras que en 2009 había sido de 22,6 grados. Esos casi tres grados de diferencia, en el promedio de todo el país, explican en gran parte las razones de la suba de demanda.
Confiemos que, por el bien de todos, sea un problema que tenga las soluciones más adecuadas.

Autor: Redacción

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