Editorial

Consumo al piso

Al igual que casi todo el conjunto de la economía, el consumo está derrumbándose, registrando un retroceso del 7,4% en los primeros 7 meses del año, luego de haber caído las ventas minoristas 9,6% en el mes de julio medido con igual mes de 2013. El informe de CAME, fue realmente lapidario y muy negativo para proyectar hacia el futuro, ya que esta vez todos los rubros cayeron de manera más acentuada que los seis meses anteriores, y además en 9 de los 22 sectores relevados las bajas fueron de dos dígitos.

Destaca la Confederación Argentina de la Mediana Empresa que hay que remontarse hasta septiembre de 2009 "para encontrar bajas tan profundas en las ventas", siendo lo que surge del monitoreo efectuado en 916 comercios minoristas de todo el país. Se señala en el informe que "la incertidumbre financiera, y los problemas de ingresos más acentuados en las familias retrajeron la demanda de todos los rubros". Algo que, en realidad ni siquiera corresponde bucear demasiado para llegar a tales conclusiones, ya que desde el inicio de este año con la devaluación de la moneda y la admisión de los índices de inflación por parte del INDEC -aunque ahora parece haber retornado a cierta manipulación- fueron factores determinantes para generar un clima de falta de confianza, el que ahora, al menos en este último mes, se ha visto agravado por el temor a la pérdida del empleo.

De tal modo, la baja en las ventas de los primeros siete meses fue de 7,4% en la comparación interanual, generando gran preocupación debido "a los problemas de liquidez y rentabilidad", detallándose que existen ciertas señales claramente indicativas del proceso que se está gestando, pues más allá de la falta de dinero se advierte una mayor caída en aquellos rubros menos necesarios, como bijouterie con un retroceso del 13,5%, en tanto que bazares y regalerías cayó 9,8%, quedando claro que la gente además de las restricciones obligadas por las circunstancias de iliquidez en sus presupuestos, está seleccionando sus compras.

Se remarca en las conclusiones del informe de CAME que "la retracción en la demanda se sintió todo el mes. Las vacaciones de invierno, junto a los cobros de aguinaldo y las subas de salarios cerrados en las paritarias de algunos sectores levantaron por momento el consumo, pero no fue suficiente para cambiar la tendencia".

En cuanto a las bajas más significativas, fueron encabezadas por el rubro inmobiliario con un fuerte 19,7%, sector que viene castigado desde el comienzo del cepo impuesto al dólar, que impactó fuerte en la caída de las operaciones, ya que sólo se hacen las ventas y compras que aparecen poco menos que obligadas por la necesidad de venta o compra, siendo postergadas todas aquellas que no tienen mayores urgencias. Además, electrodomésticos experimentaron una baja de 13,2% y jugueterías y artículos de librería 13,1%, y aunque sin puntualizar todo el conjunto, en el informe se detalla con precisión que "todos los rubros tuvieron bajas profundas", en tanto que en la forma de pago de las compras, en cuanto a la generalidad de las mismas, se observaron menos en efectivo, siendo en cambio más fuerte la caída en el uso de las tarjetas de crédito.

Incluso, el sistema de cuotas impuesto especialmente en casas de artículos electrodomésticos y electrónica, tampoco fue suficiente para incrementar las ventas en los niveles esperados, no alcanzando tampoco la metodología de promociones y descuentos especiales en el rubro indumentaria, que tuvo una baja de ventas del 9,2%.

Uno de los rubros que menos retroceso experimentó fue el de alimentos y bebidas, siendo entendible por la necesidad de consumo de los mismos, que se privilegian frente a todo el resto, aunque así y todo la baja fue de 3,9%, el que si bien estuvo en el menor registro, por las características señaladas es realmente preocupante. Es que cuando baja el consumo de alimentos, es que la situación está decididamente complicada, y eso es lo que está sucediendo.

Finalmente, cerrando este estudio que mensualmente realiza la entidad que agrupa a las empresas medianas, digamos que uno de los factores de preocupación del sector es la exponencial expansión que está teniendo el mercado ilegal, para lo cual se han aflojado mucho los controles. Algo que se reclama con pronta solución.

Autor: REDACCION

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