A las 14.35 de este miércoles se tuvo conocimiento que en un domicilio de la localidad de Ataliva ubicado en calle Primera Junta 386, se encontraba el cuerpo sin vida de una persona radicada en ese lugar.

Ataliva es una localidad ubicada 31 km al norte de Rafaela, y sus habitantes no salían de su asombro. La población, de poco más de 2.000 habitantes, está poco o nada habituada a este tipo de incidentes sangrientos.

Al sitio arribaron rápidamente fuerzas policiales de la Subcomisaría N° 2 de esa localidad. En el domicilio los esperaba una mujer de 41 años, quien sería una hermana del difunto, la cual informó a los efectivos que al ingresar a la vivienda vio a su hermano acostado en su cama, tapado con frazadas, notando un gran desorden de ropas y al querer despertarlo este no reaccionó.

Frente a esta situación, la mujer se comunicó con el Hospital local solicitando presencia médica, y momentos después se hizo presente el servicio de emergencias médicas, el cual constató el fallecimiento del hombre en cuestión.

El hombre fue identificado como Mario César Ricarte, de 45 años de edad, de ocupación changarín y que residiría solo en esa vivienda.

De inmediato se aconsejó la autopsia, por lo que los Bomberos Zapadores trasladaron el cuerpo del difunto a la morgue judicial. En tanto que se procedió a resguardar la escena del hecho según lo indican los protocolos de actuación policial en el lugar.

Trabaja en el hecho el fiscal de la Sección Homicidios de la Unidad Fiscal Especial de la Fiscalía Regional N°5 Rafaela, Dr. Martín Castellano, quien se habría hecho presente en el lugar del presunto homicidio y también ya habría avanzado con la toma de testimonios.

LA AUTOPSIA

En la mañana de ayer, el equipo médico forense rafaelino concretó la autopsia del cuerpo de quien fuera en vida Mario Ricarte.

Según datos obtenidos de fuentes judiciales reservadas a los que accedió LA OPINIÓN, una vez examinado el cuerpo del difunto, este presentaba una única herida punzocortante en el cuello, muy profunda y hecha con un cuchillo (arma blanca).

Producto de esa herida, Ricarte sufrió un abundante sangrado ya que el cuchillo le afectó la yugular y la carótida, por lo que murió desangrado y con presunta agonía.

Al momento de ser hallado su cuerpo por la Policía, Ricarte ya llevaba muerto entre 2 a 5 días. La data precisa se obtendrá luego de exámenes aún pendientes.

Aunque era conocido que Ricarte vivía solo desde hace muchos años, también quedó confirmado y se suma al cuadro, que el hombre habría llevado una vida muy dura -actualmente vivía de changas-, que su vivienda está en un estado de abandono y absolutamente precario, y que además habría padecido alcoholismo y epilepsia.