El verano suele ser esperado por los niños y jóvenes con gran entusiasmo por las vacaciones, las salidas y los juegos al aire libre. Pero los días de alta temperatura pueden transformarse en un gran riesgo para la salud, por lo que se debe estar informado, atento y tomar las medidas necesarias para prevenir que esto suceda. Por ello, la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC, brinda recomendaciones para prevenir y atender los golpes de calor.
La ola de calor, caracterizada por temperaturas elevadas y alta humedad persistente, afecta extensas áreas del país, representando un riesgo significativo para la salud, especialmente en niños. Ante este escenario, es esencial estar alerta a las advertencias del sistema meteorológico, que clasifica los niveles de peligro en colores:
Verde: sin peligro para la salud general.
Amarillo: riesgo para grupos vulnerables como bebés y personas mayores de 65 años.
Naranja: se desaconseja realizar actividades al aire libre.
Rojo: situaciones excepcionales con riesgo para todas las edades.
Síntomas de agotamiento por calor
El agotamiento por calor es un estadio previo al golpe de calor hay que reconocerlo para prevenir una situación más grave. “El golpe de calor es una forma grave de lesión por calor y la temperatura del cuerpo alcanza los 40° C o más”, explica la Dra. Valeria El Haj, Directora médica Nacional de OSPEDYC.
Es fundamental reconocer los signos de agotamiento por calor, el precursor del golpe de calor, para prevenir situaciones más graves. Los síntomas incluyen sudoración excesiva, piel irritada en bebés, sensación de calor sofocante, sed intensa, calambres musculares, dolores de estómago, dolores de cabeza y mareos.
Golpe de calor - Situación grave
Los síntomas más graves indican un golpe de calor y requieren atención inmediata. Estos incluyen temperatura corporal elevada, piel roja y seca, respiración y frecuencia cardíaca aceleradas, dolor de cabeza palpitante, alteraciones mentales y convulsiones. Estas situaciones se agravan significativamente en niños menores de 5 años, especialmente menores de 1 año, aquellos con enfermedades crónicas, fiebre o diarrea, obesidad, desnutrición y piel quemada por el sol, son más propensos al golpe de calor.
Medidas preventivas
Para evitar el agotamiento y el golpe de calor, la profesional de OSPEDYC recomienda:
Mantener a los niños en lugares frescos y bien ventilados, vistiendo ropa ligera.
No realizar deportes o actividad física al aire libre los días de mucho calor.
Si se está en período de lactancia, se puede aumentar la frecuencia de las tomas.
Si por algún motivo deben permanecer al aire libre, es necesario protegerlos con sombreros y cubrir el cuerpo con remeras de mangas largas y pantalones largos.
Utilizar protectores solares de amplio espectro contra rayos UVA/UVB: se deben aplicar media hora antes de la exposición al sol y renovar cada 2 Hs. en bebés mayores de 6 meses. Es importante aclarar que el protector solar se debe utilizar aún en los días nublados.
Cuidar los alimentos, evitando que no hayan perdido cadena de frío, verduras lavadas y carnes bien cocidas
Ofrecer líquidos constantemente, evitando bebidas azucaradas.
Evitar la exposición al sol entre las 10 a.m. y las 4 p.m., especialmente en menores de 1 año.
Bañar o mojar a los niños frecuentemente.
No dejar a los niños dentro de vehículos estacionados y cerrados.
Además, es importante que ante los síntomas de agotamiento o golpe de calor se tomen medidas como:
Consultar al médico de inmediato.
Trasladar a un lugar fresco y ventilado.
Desvestir al niño y enfriarlo con agua fresca (no fría).
En caso de golpe de calor, llamar a un servicio de emergencia.
Gastroenteritis y altas temperaturas
Las altas temperaturas también aumentan el riesgo de enfermedades diarreicas, especialmente en niños. La diarrea, causada por microorganismos transmitidos por agua contaminada, puede llevar a deshidratación y, en casos extremos, ser potencialmente mortal. “Para estos cuadros de gastroenteritis existen ciertas medidas clave que incluyen el consumo de agua segura, lavado de manos, alimentos bien cocidos, y cuidado de la higiene personal. El tratamiento incluye soluciones de rehidratación oral, complementos de zinc y alimentos ricos en nutrientes”, desarrolla la Dra. El Haj.
Se considera diarrea cuando se presentan 3 o más deposiciones diarias con heces sueltas o líquidas que pueden durar varios días y de acuerdo a su frecuencia puede privar al organismo del agua y las sales necesarias para la supervivencia.
Los niños malnutridos o inmunodeprimidos son los que presentan mayor riesgo de enfermedades diarreicas potencialmente mortales. De hecho, las enfermedades diarreicas son la segunda mayor causa a nivel mundial de muerte de niños menores de cinco años.
Tratamiento de enfermedades diarreicas
Entre las medidas clave para tratar las enfermedades diarreicas cabe citar las siguientes:
Solución de sales de rehidratación oral (SRO): en caso de no existir deshidratación o de que ésta sea moderada, o con fluidos intravenosos en caso de deshidratación severa o estado de shock.
Complementos de zinc: los complementos de zinc reducen un 25% la duración de los episodios de diarrea y se asocian con una reducción del 30% del volumen de las heces.
Alimentos ricos en nutrientes.
Claves para prevenir enfermedades diarreicas
Consumir sólo agua segura.
Lavarse las manos cuidadosamente.
Lavar frutas y verduras adecuadamente.
Consumir alimentos bien cocidos y refrigerados.
Alimentar a los niños con leche materna.
Esterilizar mamaderas diariamente.
Utilizar baños e instalaciones higiénicas.
“El calor extremo afecta principalmente a los más pequeños y a los mayores. Es fundamental protegerlos siguiendo simples pautas. Es necesario que cuidemos su salud para poder prevenir casos graves de agotamiento y golpes de calor”, concluye la Directora Médica Nacional de OSPEDYC.