El cansancio es una sensación, lo que una persona siente cuando el esfuerzo que realiza o realizó supera sus fuerzas. Sin embargo, en la cotidianeidad, el término cansancio puede implicar otros significados para quien lo utiliza o lo siente. Algunas personas lo interpretan como el deseo intenso de dormir, mientras que otras lo asocian con falta de energía, pérdida de la capacidad de concentración, falta de aire, desgano, debilidad muscular u otros síntomas habitualmente difíciles de objetivar. No existe una definición de cansancio que resulte clínicamente útil y no hay instrumentos suficientemente validados como para medirlo u objetivarlo. como por ejemplo ocurre con el termómetro que sirve para medir la fiebre. Además, es un síntoma que en algunas circunstancias es esperable, por ejemplo, luego de un esfuerzo importante -todos nos cansamos después de exigirnos físicamente- y, por lo tanto, es muy difícil diferenciar cuándo es patológico y cuándo no lo es. Respecto del tiempo dedicado al trabajo, al estudio, al sueño o al esparcimiento, diferentes personas pueden tener umbrales distintos para percibir el cansancio.
Cuál es la importancia del diagnóstico y detección de la causa
La importancia tiene que ver con varias cuestiones. Una de ellas es que con frecuencia el cansancio se vuelve crónico y afecta la calidad de vida. Otra es que algunas personas toman el cansancio como signo de una enfermedad y visitan al médico para poder detectarla y tratarla. Sin embargo, no siempre el cansancio es expresión de una enfermedad.
Las principales causas del cansancio
Existe un tipo de cansancio que los médicos llamamos fisiológico, es el cansancio esperable luego de un esfuerzo o una actividad física o mental intensa. Por ejemplo, luego de correr por un tiempo es esperable que estemos cansados donde el cansancio será mayor o menor según nuestro entrenamiento. Este tipo de cansancio es común en personas que tienen varios trabajos, en mujeres embarazadas, en padres recientes. Es el que puede sentir una persona que está expuesta a una situación de mayor demanda porque, por ejemplo estudia y trabaja largas horas, etcétera. Dentro del cansancio fisiológico también deberíamos incluir las convalecencias de cirugías, traumatismos, o enfermedades agudas recientes como la gripe, etcétera. El cansancio también puede estar relacionado con el contexto en el que la persona vive, es decir, aparece ante determinadas situaciones crónicas particularmente estresantes tales como: los problemas laborales y/o económicos, los problemas familiares, la convivencia con una persona adicta a drogas o al alcohol, un duelo, el aislamiento, la sobrecarga por el cuidado de una persona con alguna enfermedad crónica, o la exposición a la violencia de género. Este tipo de cansancio, de origen contextual, es muy frecuente en nuestra práctica cotidiana. Además, el cansancio puede aparecer asociado con factores habitualmente considerados como psíquicos o psicológicos como, por ejemplo, la depresión, el insomnio o los trastornos por ansiedad. Finalmente, con menos frecuencia, el cansancio responde a enfermedades “clásicas”, como el hipotiroidismo, la anemia, etcétera. Este es uno de los puntos que suele preocupar a las personas que consultan por cansancio, es decir, que el síntoma se deba a alguna enfermedad “no detectada”. La realidad es que prácticamente cualquier enfermedad -infecciones, tumores, problemas respiratorios, cardiológicos, renales, endocrinológicos, etcétera- puede producir cansancio, sin embargo, es raro que ese sea el único síntoma y se prolongue en el tiempo sin que aparezcan otras manifestaciones. Es verdad, existen esas causas de cansancio que, como veremos, corresponde evaluar e investigar, pero por lo general son muy poco frecuentes. También algunos medicamentos o algunas drogas de uso ilegal pueden provocar cansancio.
¿Cansancio y fatiga son sinónimos?
Para algunas personas sí y para otras no. Como dijimos, el cansancio es subjetivo y puede tener diferentes significados según quién lo siente. Por ejemplo, para algunas personas fatiga es sinónimo de ahogo, de falta de aire. Por eso, al evaluar a una persona que consulta porque está cansada es muy probable que lo primero que el médico haga, es tratar de definir a qué se está refiriendo la persona cuando dice “vengo porque estoy cansada”.
Cuándo se transforma en crónico
Se transforma en crónico cuando se prolonga en el tiempo, meses o años.
¿Podemos evitar el cansancio?
Para nosotros el cansancio es algo que sucede, que sentimos, que resulta de un equilibrio entre el hacer y el descansar. No sé si lo podemos evitar. Además, no siempre el cansancio es una sensación desagradable y que debe evitarse, a veces se acompaña de la satisfacción de haber logrado algo muy deseado como llegar a una cumbre, terminar una carrera universitaria…. Otras implica un punto de partida hacia algo mejor, como cuando alguien dice: “me cansé, hasta acá llegué, de ahora en más haré esto o aquello…”. En estos casos el cansancio es una sensación favorable, que nos ayuda y, tal vez, nos hace crecer. En otras situaciones el cansancio es algo desagradable y algunas personas lidian con él y tratan de hacer cambios para quitárselo de encima, otras lo aceptan y conviven con él mientras intentan mantener las actividades que les dan placer, otras piden ayuda, otras se resignan y se someten a cansancio y pierden calidad de vida. Así como hay distintos tipos de cansancios también hay distintos tipos de personas cansadas, que afrontan el problema de la manera que pueden o que les parece mejor.
*El texto pertenece a la entrevista realizada por Raúl Vigini a Paula Carrete y Esteban Rubinstein