Con las Damas Patricias y después se convierte en Instituto Belgraniano Central en mil novecientos cuarenta y cuatro, hace setenta y tres años cumplidos el veintidós de junio. Y desde mil novecientos noventa y cuatro, es nacional. Actualmente dependemos del Ministerio de Cultura de la Nación donde tenemos apoyo en publicaciones, en los diferentes actos que organizamos como corresponde. Estamos abocados en tener una sede propia, si bien estamos muy bien dentro del Regimiento de Patricios, pero muchas veces para convocar hace falta tener una sede fuera del regimiento. Y poder tener un museo virtual, vía maquetas la vida del General Belgrano para enseñarles a los chicos y colegios que visiten, es un gran anhelo. Esto es muy útil en el momento donde la historia es muy importante pero la superan en edad escolar las materias técnicas que tiene que estudiar los chicos. Y está bien que estudien las materias técnicas pero creo que la historia no se puede dejar de lado. Una historia audiovisual de Belgrano le quedaría muy grabada a los chicos.
Qué se sabe de esas Damas Patricias que formaron el primer Instituto
Fue en mil novecientos cuarenta y cuatro. Fue una iniciativa para rendir homenaje a Belgrano. Nace la iniciativa en el Convento de Santo Domingo y funcionó el Instituto en ese lugar hasta que se mudó a calle Defensa en el archivo del Ejército. Al poco tiempo nos radicamos en el lugar actual de Palermo debido a que había dependencias disponibles ya que ya no estaba el servicio militar obligatorio.
La relación con el Regimiento de Patricios
Siempre Patricios fue un regimiento que apoyó al Instituto Nacional Belgraniano desde su creación en todo lo que fuese los actos que organizamos. El 20 de Junio va la banda al Convento de Santo Domingo con una guardia de honor y un pequeño pelotón. El del Día de la Bandera es el único acto que no hacemos en el regimiento, como sí es el caso del 20 de Febrero día de la Batalla de Salta que se hace junto al del 27 de Febrero por la creación de la bandera, el 23 de Agosto por el Exodo Jujeño y el 24 de Setiembre por la Batalla de Tucumán, cumpliendo el decreto de nacionalización de la entidad que la obliga a estas actividades. También en esas ocasiones hacemos entrega de los Premios General Belgrano del Instituto. El Regimiento de Patricios me ha distinguido con que yo sea el que tome la promesa a la bandera ante varios miles de alumnos en el patio de armas con familiares presentes cada año.
Qué se propone desde el Instituto Nacional Belgraniano
Tenemos una propuesta que la venimos realizando que es la edición de los Documentos para la Historia del General Manuel Belgrano. Ya vamos por el tomo siete hasta el año mil ochocientos catorce. Mi anhelo es llegar al dos mil veinte con todo editado hasta la muerte de Belgrano. Es bastante engorroso la recopilación de todos los documentos, la transcripción de los documentos, la ordenación cronológica, y todo lleva su tiempo. Por supuesto el resguardo y transmitir la historia de Belgrano en todos los ámbitos, organizar congresos y jornadas. Y la participación en esos acontecimientos, especialmente en las provincias más belgranianas. Desde que asumí la presidencia traté de abrir el Instituto porque venía conservando esa forma cerrada de las instituciones históricas que parecían una cofradía. Y creo que si investigamos es para que salga todo a la luz, para transmitir esos conocimientos que uno puede tomar desde la investigación y desde los documentos, y divulgarse. En escuelas donde nos invitan y nos convocan, vamos, damos charlas, al nivel que sea, y nos interesa mucho porque es el futuro de nuestro país, que es donde tenemos que trabajar.
¿Nos debemos un nuevo plan de estudios para que la mirada de la historia sea diferente y se incluyan esos perfiles desconocidos?
Sí, creo que sí, que nos debemos sobre todo cuando cada vez la historia tiene menos horas de enseñanza, justamente hay que hacer grandes análisis de la historia, no contarla como un relato sino que analizarla. Porque se cuentan relatos y queda al análisis del lector el porqué de los hechos, y la significación de los hechos. Hay que estudiarlo bien, debatir bien, participar de esos debates para que realmente se enseñe con profundidad. Quiero decir que se enseñe con profundidad para que se pueda querer a los personajes y querer a los hechos de la historia. Para así poder respetarla. Creo que es fundamental que tengamos un nacionalismo desde nuestra historia. Son nuestras únicas raíces que tenemos, y muy recientes. Hay hechos que se relatan muy a la pasada y tienen honda significación. Por ejemplo el veinticinco de mayo de mil ochocientos doce hace bendecir y jurar la bandera estando en Jujuy. Y hay que tomar en cuenta lo que se hizo y el discurso alegórico de Belgrano donde dice dirigiéndose a los soldados: “Ustedes tienen doble motivo para festejar este veinticinco de mayo porque ven por primera en las manos de él -señalándolo al Barón de Holmberg- la bandera nacional que os distinguirá de las demás naciones del globo”. Yo siempre digo: ¿No es casi una declaración de independencia? O sea que eso es lo que hay que estudiar en profundidad y no relatos. Hay que salir de lo escolar, porque lo escolar después queda.
*El texto pertenece a la entrevista realizada por Raúl Vigini al licenciado Manuel Belgrano