Luego de un compás de espera de tres años y siete meses, finalmente al juicio oral y público por la muerte violenta del rafaelino Gonzalo Gustavo Glaría le llegó su día y comenzará la semana próxima.
Es así que el juicio oral por la muerte de Gonzalo empezará el miércoles 2 de agosto a las 8.00 de la mañana en los tribunales penales de Rafaela, con los alegatos de apertura y el debate, que continuará el jueves 3 y viernes 4 de agosto. Los alegatos de clausura serán el lunes 7, y el miércoles 9 de agosto el tribunal dará a conocer la sentencia.
El fiscal que representará al Ministerio Público de la Acusación (MPA) local será el Dr. Diego Vigo y los jueces que presidirán el debate serán Cristina Fortunato, José Luis Estévez y el conjuez Sergio Beceyro. Las abogadas del Servicio Público de la Defensa Penal que asistirán técnicamente a los acusados serán las Dras. Amalia Cassina y Georgina Allasia.
Recordamos, por otra parte, que también se mantiene inalterable la calificación penal a Cristian M. de 27 años y Matías P. de 22: a los dos acusados de la muerte de Glaría se les atribuye la presunta coautoría del delito de “homicidio en ocasión de robo”.
Lo mismo con el pedido formulado por la Fiscalía en la audiencia preliminar realizada el 31 de mayo de 2021: se pedirán penas de 16 años de prisión para ambos acusados de la muerte de Gonzalo.
De acuerdo a lo resuelto en audiencia preliminar el 27 de diciembre de 2021 por el juez Juan Gabriel Peralta, ambos acusados llegan a juicio, no en prisión preventiva domiciliaria, sino en estado de libertad; cumpliendo medidas alternativas a la prisión preventiva.
EL HECHO
En la audiencia preliminar realizada en el mes de mayo de 2021, el fiscal Dr. Guillermo Loyola recordó lo sucedido afirmando que “la víctima del robo fue un adolescente al que Glaría pretendió ayudar”.
En tal sentido, indicó que “días antes del homicidio, los acusados definieron un plan delictivo en el marco del cual utilizaron un perfil falso de la red social Facebook para engañar al menor de edad acerca de la compra de un teléfono celular”. Precisó que “lo convocaron para que el martes 31 de diciembre de 2019 a la mañana fuera hasta el Parque de los Eucaliptus –ubicado en la intersección de las avenidas Roque Sáenz Peña y Mitre– para que, supuestamente, concretaran la transacción”.
“El adolescente fue con su hermano –también menor de edad– al punto de encuentro acordado”, mencionó el fiscal. “Cerca de los baños públicos, las víctimas fueron sorprendidas por los acusados, quienes llegaron a bordo de una motocicleta, los agredieron físicamente y les sustrajeron 4.000 pesos en efectivo y un teléfono celular”, afirmó.
Loyola agregó que “tras forcejear con uno de los menores, los acusados escaparon”. Detalló que “uno subió enseguida a la moto en la que había llegado y el otro lo hizo en una estación de servicio cercana, donde partieron en dirección al sur de la ciudad”.
FATAL
PERSECUCIÓN
“Al ver que los atacantes se fugaban, el adolescente solicitó auxilio a Gonzalo Glaría, quien estaba a bordo de una moto esperando que el semáforo lo habilitara para circular sobre la avenida Roque Sáenz Peña”, relató Loyola. “Así, quien resultó ser la víctima fatal inició la persecución de los dos hombres investigados”, planteó.
“A sabiendas de que eran perseguidos, los acusados continuaron su huida por calle Triunvirato. Al atravesar el cruce con calle General Paz, Glaría se puso a la par de la motocicleta en la que se conducían”, narró el fiscal.
Loyola señaló que “como único medio razonable para evitar la consumación del robo y para lograr la aprehensión de los dos acusados, Glaría les arrojó un puntapié, producto de lo cual perdió el control de la moto que conducía e impactó contra un auto que estaba estacionado sobre el lado sur de calle Triunvirato al 700”.
Manifestó que “producto del impacto, Glaría cayó al piso y mientras demostraba dolor por las heridas que había sufrido, el acusado de 25 años (ahora 27) se acercó, lo insultó y le propinó una patada en la cabeza”. Al respecto, el funcionario del MPA enfatizó que “la muerte de Glaría fue el resultado directo del peligro que las personas investigadas desplegaron para apoderarse de pertenencias ajenas”.