Tomando la medición en dólares, tal como corresponde hacerlo para llegar a conclusiones acertadas, en la actualidad y después de los periódicos ajustes que se vienen haciendo en el precio de la nafta, se encuentra entre las más caras del continente americano, habiendo quedado sólo detrás de nuestro vecino Uruguay, país que no dispone de petróleo y que por lo tanto debe importar absolutamente todo el combustible que consume.

Quedaron relegados los tiempos en que se contaba aquí con nafta barata, como ocurrió hasta no hace mucho tiempo. Desde que YPF fue reestatizada, y comenzaron a ajustarse los precios de los combustibles -lo cual siguieron las demás petroleras con boas de expendio en el país-, los valores se fueron a las nubes, teniendo además un impacto muy fuerte en el alza inflacionaria, ya que los combustibles tienen una participación en los precios debido al transporte. Por eso llama la atención cuando desde el propio gobierno, su principal vocero Jorge Capitanich -jefe de Gabinete- responsabiliza a los empresarios por la suba de precios, cuando aquí se da un caso muy preciso de la responsabilidad que le corresponde al Estado.

Con los recientes incrementos de precios de la nafta la Argentina se convirtió en uno de los tres países más caros de América para cargar combustible, ya que el litro pasó a costar 1,50 dólar, si bien en sus valores en pesos se encuentra oscilando entre 13 y 15 pesos según los sitios de expendio, ya que no conservan uniformidad en todo el país, lo que es también extraño.

Para establecer comparaciones con otros países, Uruguay es quien encabeza las posiciones con el precio de la nafta con un valor de 1,87 dólar, en tanto que Chile tiene un valor similar al argentino con 1,50 dólar por litro.

Lo que resulto curioso, es que si bien debe admitirse el impacto de la devaluación de la moneda que tuvo un efecto del 22%, la nafta en cambio ya subió este año 32%, lo cual significa que ahora cuesta un 10% más en dólares que a fin de año.

Todo esto se consigna tomando valores de los combustibles de la petrolera estatal, ya que si se toman precios de Shell, que es la segunda marca más importante en el mercado local, la suba fue del 36%, con la cual cargar el tanque sale 14% más en dólares que a fines de diciembre pasado. Es decir, en materia de naftas, estamos en una actualización en dólares y por sobre el nivel inflacionario, lo cual es aún más preocupante ya que de mantenerse esta tendencia, se convertirá en una situación muy difícil de sobrellevar, no sólo por el impacto que el combustible tiene en la generación inflacionaria, sino por el deterioro mayor que resultará para las clases media y baja con salarios fijos. Cuyo poder adquisitivo ya está decidido que estará por debajo de la inflación, tal como se viene acordando en los acuerdos paritarios.

Es interesante conocer entonces los valores de la nafta en los diferentes países americanos: Uruguay 1.87, Argentina y Chile 1.50, Costa Rica 1.30, Paraguay 1.28, Canadá 1.23, Brasil 1.21, Colombia 1.16, Perú 1.08, México 0.95, Estados Unidos 0.94, Ecuador 0.57, Bolivia 0.54, y Venezuela 0.12 dólar.

Puede advertirse la diferencia enorme que existe en algunos países, andando por toda la escala entre el más bajo que es Venezuela -donde el valor del litro de nafta con dinero argentino es de 85 centavos- hasta el vecino oriental que encabeza la tabla de todo el continente americano.

En varios países existen diferentes metodologías de actualización de precios, siempre teniendo como referencia las variaciones en el petróleo. En Chile por ejemplo, existen ligeras oscilaciones semanales, tanto por la suba como por la baja, según la cotización internacional del petróleo. Canadá es un caso algo extraño, pues tiene combustibles baratos en las provincias que lo producen, y bastante más caro para la restantes, en tanto que en Estados Unidos se observa una gran dispersión de los valores, ya que en unos pocos estados el litro está por debajo de 1 dólar, en especial los cercanos a México, donde hay un precio parecido, con lo cual se evita el cruce hacia el otro país para llenar el tanque. Además de Venezuela con 0,12 dólar el litro, la nafta más barata del continente -aunque se habla que a la brevedad se le podría aplicar un fuerte aumento en vista del deterioro de las finanzas de ese país-, también el combustible es muy barato en Bolivia y Ecuador, donde apenas pasa el medio dólar el litro.