KIEV, 27 (AFP-NA). - El ejército ucraniano sacó este lunes
sus aviones de combate y desplegó a sus paracaidistas para
intentar recuperar el aeropuerto de Donetsk de las manos de los
insurgentes prorrusos, pocas horas después de la victoria
electoral de Petro Poroshenko.
Apenas conocido el resultado de las presidenciales, que tuvo
una tasa de participación muy alta excepto en las regiones del
este donde los separatistas intentaban impedir el voto, Rusia se
mostró "dispuesta a dialogar" con el nuevo jefe de Estado.
Poroshenko fue declarado oficialmente este lunes "presidente de
Ucrania", con más de 54% de los votos emitidos, por el presidente
de la comisión electoral.
Poco después de este anuncio, el secretario de Estado
norteamericano John Kerry afirmó en un comunicado, dirigiéndose a
Poroshenko y a los demás ucranianos: "Apoyaremos sus esfuerzos
para definir su propio futuro en una Ucrania más unida, segura,
independiente y próspera".
Poroshenko había anunciado el domingo por la noche que iría a
Donbas, cuenca minera y centro de la insurrección.
La respuesta de los separatistas no se hizo esperar: durante la
noche tomaron el aeropuerto internacional de Donetsk, para
recordarle que no es bienvenido.
Por la tarde todavía se sucedían los combates en el aeropuerto:
se veía humo negro en el cielo, el ruido de las metralletas era
constante y también el bramido de los aviones de combate que
atravesaban el cielo, tras el anuncio del ejército ucraniano de
que se estaba llevando a cabo una "operación antiterrorista". El
aeropuerto estaba cerrado y se habían cancelado todos los vuelos.
Unas horas antes del combate en el aeropuerto, Poroshenko
anunció una operación militar contra los insurgentes para evitar
que el este del país se convierta en "Somalia". Los ucranianos y las capitales occidentales esperan que el
nuevo presidente ponga fin a la crisis política en la que está
inmerso el país desde hace seis meses. Pretende hacerlo empezando
a trabajar para llevar a su país hacia la integración europea.