Editorial

Clima y economía

Cerca de 1,2 billones de dólares al año se pierden en el mundo debido a causas provocadas por el cambio climático derivado por el calentamiento global, lo cual constituye un 1,6% del PBI conjunto, es decir, de todos los recursos y riquezas que se producen a lo largo del año. Un dato relevante que se conoció hace pocos días elaborado por 50 científicos, economistas y expertos en políticas públicas, titulado "Monitor de vulnerabilidad climática: una guía para el cálculo frío de un planeta caliente", el cual además formula un pronóstico realmente preocupante, ya que establece que de continuarse de esta manera, dentro de 20 años, el actual nivel de pérdida se llegaría a duplicar.

 El panorama que se describe en el informe es bastante sombrío para la economía, consecuencia del impacto causado por el cambio climático que tuvo su comienzo con el recalentamiento global, sobre lo cual se responsabiliza a los enormes agujeros provocados en la capa de ozono -que es justamente la que debería protegernos de los rayos ultravioletas- por la emanación de gases con efecto invernadero. Justamente, sobre esto se ha venido insistiendo en todas las cumbres del clima para reducir el envío de ese tipo de gases hacia la atmósfera, pero lamentablemente con resultado nulo. Es que al momento de las declaraciones todos muestran su adhesión y compromiso, pero luego en sus propios países y al momento de tomar las medidas que corresponden, privilegian los intereses económicos de sus plantas industriales, lo cual sucede en mayor medida en Estados Unidos, China y la India, pues entre ellos -las tres economías mayores del mundo- explican el 75% de los gases.

Según este estudio, de no adoptarse las medidas que imponen las circunstancias descriptas, queda la posibilidad de "un mal sin precedentes para la sociedad humana y el desarrollo económico, que frenará cada vez más el crecimiento". Y por el contrario, se sostiene que atacar las causas del cambio climático aportaría "beneficios económicos de importancia al planeta, tanto en el caso de los países grandes como en el de los más pobres".

Establece la investigación de este grupo de profesionales de reconocida capacidad y nivel académico, que los efectos negativos más fuertes por el clima se sienten en los países menos desarrollados, ya que en ellos el daño en la producción agrícola conlleva muertes por desnutrición, pobreza y todas las enfermedades derivadas por esta situación. Pero además, se destaca que el uso de combustibles fósiles y la contaminación causada en el aire son la causa de al menos 4,5 millones de muertes por año".

Si ahora estamos con una pérdida de 1,2% del PBI, este informe anticipa que en el año 2030 las pérdidas que provocarán el cambio climático y la contaminación ascenderá a 3,2% del PBI mundial, pero que en los países menos desarrollados esas pérdidas llegarían hasta 11% del PBI de cada uno de ellos, en forma individual.

Es por esa razón que en las conclusiones, y luego de la actualidad descripta y del pronóstico futuro, se califica como sumamente modesto el costo para atacar el cambio climático y modificar sus perjudiciales efectos.

Para tener una idea aún más clara, se ofrecieron algunos casos concretos, como que desde fines del siglo XIX la temperatura global aumentó 0,7 grado, y que en algunos países, como Bangladesh por ejemplo los efectos son devastadores y que un grado más de temperatura le significaría una pérdida del 10% de su producción agraria.

Hasta hace poco, se declamaba sobre el riesgo, pero en general se tenía el convencimiento que la situación por el recalentamiento provocaría daños recién en el largo plazo, por lo cual todo continuó de la misma manera, con medidas que nunca se cumplieron. Hoy, todo ha ido modificándose, al punto tal que el deshielo que sufre el casquete del Artico ha originado una alarma generalizada, ya que de mantenerse esta tendencia, a fines de la presente década ya no quedaría vestigio alguno del hielo en ese lugar, con las consecuencias que son de imaginar, generando un desequilibrio enorme, no sólo en esa región sino por el mayor caudal de agua que tendrán los mares y el peligro de inundaciones que generará en todas las zonas costeras.

Se confía que el mundo no permanezca impávido frente a este peligro que acecha, y que además, ya nos ha dado muestras de lo que puede provocar.

Autor: Redacción

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