Que Rafaela es una ciudad de características universitarias no constituye ninguna novedad, pues el concepto se ha venido afianzando en estos últimos años, desde el comienzo de una mayor oferta de estudios por parte de diversos centros, pero en cambio esta cantidad de estudiantes que este año cursan estudios aquí en este nivel, es sí una confirmación de lo dicho. La matrícula asciende a un total de 5.427 para las 9 casas que existen en la ciudad, constituyendo un 6,3% más que el año pasado, y retrocediendo un poco más en la búsqueda de antecedentes, esta cantidad de hoy es 35% más que en 2006, cuando los estudiantes universitarios eran 3.507.
Hace unos días LA OPINION ofreció a los lectores un trabajo estadístico respecto al tema, tal como lo viene haciendo todos los años, lo cual permite entonces contar con un verdadero elemento de análisis para conocer, fundamentalmente, la evolución que viene teniendo la perspectiva universitaria, ya que la misma alcanza una importante participación en muchos aspectos, de modo especial el inmobiliario. Ello como consecuencia, de la significativa cantidad de estudiantes foráneos que se encuentran aquí, utilizando alojamiento, y además otros gastos relacionados con alimentación, transportes y servicios.
Un dato muy elocuente, y además significativo en cuanto a la oferta que se tiene en los centros de estudio de Rafaela, es que hay más de medio centenar de carreras por las cuales se puede optar, cuando hasta un par de décadas pasadas sólo había unas 20 alternativas y remitidas con exclusividad a la Universidad Tecnológica Nacional y el Instituto Superior del Profesorado, las que este año cuentan con 1.036 y 1.409 alumnos, respectivamente.
En la actualidad, además de los mencionados, se cuenta con la Universidad Católica de Santiago del Estero (1.365 estudiantes), el Instituto Tecnológico (200), la Universidad del Salvador (140), la Universidad de Ciencias Sociales y Empresariales (851), la Escuela de Enfermería (30), la Universidad Católica de Santa Fe (136) y el Aula de Educación a Distancia (240), quienes tienen una diversificada oferta de posibilidades, repartiéndose en las cantidades consignadas los 5.427 estudiantes que este año cursan en la ciudad.
Para tener una idea más acabada respecto a esta evolución anual que van registrando los que se incorporan al nivel universitario, digamos que los ingresantes fueron 1.538 y que el 37% de ellos es de otras localidades, ratificando lo expuesto más arriba respecto a la influencia que eso tiene en el ámbito inmobiliario, y también en muchos otros rubros, que significa quede dinero gastado en la ciudad. En cuanto a abundar, digamos que ese más de medio millar y medio de estudiantes foráneos proviene de lugares como Ceres, San Cristóbal, Sunchales, San Vicente, Santa Fe, Santo Tomé, Villaguay (Entre Ríos), San Justo, Esperanza, María Juana, Santa Clara de Saguier, Tacural, Humberto, Coronda, Rincón, La Criolla, además de zonas rurales de los departamentos Las Colonias y Castellanos, entre otros sitios, lo cual da una idea bastante aproximada de la diversidad de orígenes, que le acuerdan también a la ciudad una fisonomía diferente a la que tenía algunos años pasados.
En cuanto a las carreras que aquí se ofrecen, algunas de ellas con presencia muy importante, y otras en menor medida pero de todas maneras igualmente atractivas, pueden mencionarse por ejemplo aquellas más tradicionales y conocidas como contador, abogacía, ingeniería civil, industrial y electromecánica, ciencia política, lengua y literatura, historia, inglés, comunicación social, psicología, matemáticas, informática, pasando por diseño industrial, tecnología educativa, administración rural, higiene y seguridad alimentaria, administración y gestión pública, enfermería, servicios y atención al cliente, seguridad pública, entre muchas otras que conforman más de medio centenar de posibilidades.
Las conclusiones que pueden obtenerse son realmente importantes para la ciudad, ya que deja trascender la penetración educativa alcanzada en estos últimos años, que trascienden holgadamente el ámbito local para proyectarse hacia toda la región, incluso provincias vecinas. Además, la cercanía con localidades próximas, ofrece también la alternativa para muchos estudiantes de trasladarse diariamente, pudiendo en consecuencia cursar una carrera sin dejar su lugar de residencia, y lo que es aún más valioso permaneciendo en el seno familiar.