Automotores

Citroën C4 cactus airflow 2L: el poder del aire comprimido

El cuidado de la calidad del aire de la Tierra sigue siendo una fuente impulsora de nuevas (y el reflotamiento de otras) ideas tecnológicas. En especial, para cumplir con normas anticontaminación cada vez más exigentes.

Por eso no puede extrañar que la estrella del stand de Citroën en el reciente Salón Internacional del Automóvil de París haya sido un concept (prototipos que muestran cómo puede ser el futuro del automóvil): el C4 Cactus Airflow 2L.

De acuerdo a Gabriel Tomich, de La Nación, este modelo es una respuesta a un requerimiento concreto que el gobierno francés hizo a las automotrices galas (Grupo PSA Peugeot Citroën y Renault) en 2012 con objeto de contar en 2020 con modelos que sólo consuman 2 litros de combustible (nafta o gasoil) cada 100 km. Plan que se sintetiza como 2L.

El Citroën C4 Cactus Airflow 2L combina varias tecnologías desarrolladas en los últimos dos años por el Grupo PSA. Así, sobre la base del crossover C4 Cactus, que salió a la venta en junio y este mes se consolidó como un éxito en el mercado francés, el concept Airflow 2L utiliza un motor naftero de la nueva generación de impulsores Puretech, combinada con la flamante tecnología Hybrid Air (mostrada en 2013 sobre un C3), más una nueva y secreta transmisión automática epicicloidal.

Aunque la carrocería del C4 Cactus estándar tiene una aerodinámica muy cuidada, las exigencias para cumplir con el consumo de 2 l/100 km hicieron que los ingenieros de Citroën refinasen aún más las líneas del concept Airflow 2L. Por este motivo, este incluye varios agregados aerodinámicos (pintados de naranja para resaltarlos) a la línea original C4 Cactus, que incluyen piezas de geometría fija y otras variables.

Así, el paragolpes delantero tiene tres entradas de aire que modifican su diámetro de apertura en función de la refrigeración del motor y la circulación de aire. En los laterales, el Airflow 2L incorpora deflectores laterales móviles en la parte posterior (al estilo F1) para mejorar el flujo de aire alrededor del vehículo, mientras que las llantas cuentan con paneles móviles accionados por la fuerza centrífuga que genera la rueda al girar.

Por su parte, los neumáticos son del tipo Tall & Narrow de última generación, muy angostos y de gran diámetro (19") de ultra-ultra baja resistencia al rodamiento. En sintonía, los pasarruedas cuentan con cortinas de aire (Air Curtain) con ranuras para canalizar el aire a través de las ruedas. 


CONCEPTOS

RENOVADOS

El sistema impulsor del Citroën Airflow 2L es híbrido, pero no en el sistema convencional. Aquí no hay motores eléctricos, sino el uso inteligente de aire comprimido, una vieja idea que vuelve a la luz de la mano de nuevos conceptos.

Así, la mayor parte de la potencia de impulsión en el Airflow 2L proviene del motor Puretech 82 (con revestimientos especiales para disminuir la fricción interna), naftero de 3 cilindros 1.2 litros, que desarrolla 82 CV de potencia máxima y un par de 115 Nm, que llegan a las ruedas mediante la transmisión automática epicicloidal que, al parecer, se comporta en forma inteligente variando su comportamiento según se circule a baja o alta velocidad. Además, también es capaz de conectar el sistema hidráulico de aire comprimido, Hybrid Air, cuyo corazón son dos motores-bombas hidráulicos.

Cuando el vehículo desacelera o frena, la energía cinética generada en las ruedas se transmite a las dos bombas hidráulicas que empujan el fluido (aceite) y comprime el gas nitrógeno dentro de dos acumuladores (sendos cilindros en la parte trasera).

Cuando se necesita potencia para acelerar, el sistema funciona al revés: el nitrógeno comprimido empuja el fluido hidráulico que llega a los dos motores hidráulicos conectados a la transmisión para incrementar la potencia en 30 CV. Todo está al comando, obviamente, de una central electrónica, que regula el sistema en función de los requerimientos de la conducción.

Autor: REDACCION

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