Latinoamérica y el Caribe marcan un récord histórico de 41 millones de desempleados, como consecuencia de la pandemia del Covid-19, según la Organización Internacional del Trabajo.
Chile, Brasil, México y Colombia son los países más afectados de la región, tomando como referencia el mismo informe.
Las restricciones al comercio, a la vida laboral y al turismo, entre otros, como medidas de contingencia para tratar de frenar la propagación del Covid-19, complicaron definitivamente el panorama.
Esto significa que a los 26 millones de personas que ya se encontraban sin trabajo antes de la emergencia sanitaria, se han sumado otros 15 millones que perdieron sus empleos en los meses de cuarentena, de acuerdo con las cifras que maneja la OIT.
Se trata de un récord histórico, la cifra más alta de desocupación, desde que hay registros oficiales para América Latina y el Caribe.
Es una situación agravada por los altos niveles de informalidad en la economía de estos países, que impidió que las decisiones para frenar la emergencia sanitaria funcionen de acuerdo con lo previsto.
El informe "Panorama laboral en tiempos del Covid-19: Impactos en el mercado de trabajo y los ingresos", de ese organismo especializado de la ONU, destaca que la región en conjunto reporta una tasa de desocupación del 13%, que es importante comparado con el 8,1 % de 2019.
La organización resalta que se perdieron unos 400 millones de empleos en todo el planeta, pero en América Latina se registra un descenso de 18,3% de horas laborales en el segundo trimestre de 2020, por encima del 14 % en el orden mundial en el mismo período.
Además, en las penosas cifras, la región supera a Europa y Asia Central que tuvieron una reducción del 13,9 % de horas de trabajo, apenas 0,4 % más que China y el resto de Asia.
En el caso puntual de Chile registró una tasa de desempleo del 11,2%, entre marzo y mayo, la cifra más alta en los últimos diez años.
De esta manera, la desocupación aumentó un 4 % frente al mismo período de 2019, en medio de las medidas de aislamiento en el séptimo país con mayor cantidad de contagios en el mundo y el tercero en Latinoamérica.
Estas cifras se suman al desplome de la actividad económica del país, que cayó 15,3%, en mayo, mes en el que comenzó un aislamiento más estricto en Santiago, la capital y el principal foco de contagios.
Por ejemplo, en Colombia, se contabilizó un récord de desempleo en mayo con un 21,4 %.
Esta es la tasa de desocupación más alta, en términos mensuales, desde que existen los registros del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, según reconoció la entidad gubernamental.
Es decir, que las pérdidas de trabajos se duplicaron en comparación con el mismo período de 2019, cuando registró un 10,5%.
El impacto más fuerte en el ámbito nacional se presentó en 13 de las principales ciudades del país y sus áreas metropolitanas, con un 24,5 % de desocupación, un 3 % por encima del promedio general del país.
Brasil, en tanto, perdió más de tres años de esfuerzos fiscales para intentar equilibrar su déficit en las cuentas públicas, ya que la pandemia desplomó los ingresos tributarios y disparó los gastos del Estado.
El presidente Jair Bolsonaro, conocido por ser un fuerte opositor de las medidas de aislamiento dictadas por gobernadores y alcaldes en su país, el segundo con mayor cantidad de contagios en el mundo, dijo que su Administración pagará durante dos meses más los subsidios destinados a trabajadores informales y personas sin empleo por cuenta de la pandemia.
Perú, otro país muy castigado por la pandemia, duplicó la cifra de desocupados en el primer cuatrimestre de cuarentena
El estatal Instituto Nacional de Estadística e Informática informó que en Lima, la capital del país, 2,3 millones de personas se quedaron sin trabajos, según especificó el organismo, entre marzo y junio.
Las cifras fueron reportadas luego de que el Gobierno anunció que la economía del país se contrajo en junio a un 40,49 %, el peor registro mensual de toda la historia.
Argentina, finalmente, registró las peores cifras de desempleo desde 2006, con una desocupación laboral que subió un 10,4 % en el primer semestre de 2020, de acuerdo con los datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos en la última semana de junio.
Si bien en el caso argentino hay un contexto de una recesión económica en los dos últimos años, la situación se vio agravada desde el aislamiento.
En el marco de la crisis económica profundizada por la emergencia sanitaria de la pandemia, el Gobierno de Alberto Fernández decretó una prohibición de los despidos sin causa y creó un programa por el cual el Estado paga, en algunos casos, un 50 % de los salarios de los trabajadores del sector privado.