Editorial

China y el mundo

Desde que Donald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos, absolutamente nadie puede tener previsiones ni tampoco hacer planes para el futuro, habiendo instalado un manto de incertidumbre en toda clase de relaciones, tanto políticas como comerciales. Sin embargo, más allá de todo este tembladeral institucional, que incluso está ocurriendo dentro del mismo país del Norte, habiendo sido invalidado por la Justicia un decreto presidencial con restricciones para los migrantes, existen datos y estadísticas que hasta llegan a ser curiosas enmarcadas dentro de la perspectiva aludida.

Por ejemplo, tal vez no muchos conocen que China -la otra gran potencia- es el mayor inversor en Estados Unidos, a través de sus empresas, que en 2016 invirtieron 46.500 millones de dólares, una cifra que fue cuatro veces mayor que la que tuvo igual destino en 2015, y diez veces más que en 2005, quedando claramente expuesta la evolución que ha tenido la inversión china en dominios estadounidenses, debiéndose aclarar que el 80% corresponde a empresas privadas y sólo el 20% restante al Estado, siendo el principal destino la manufactura avanzada y los servicios de alta tecnología.

De tal manera tenemos que sobre 128.000 millones de dólares que los chinos invirtieron en otros países a lo largo del año pasado, cerca del 40% fue dirigido a Estados Unidos, con lo cual lleva 180.000 millones en los últimos años, debiéndose recordar que en el año 2000 las inversiones chinas en ese país ascendían apenas de 5.000 millones, quedando claramente expuesta la evolución que fueron adquiriendo los capitales del país asiático en la mayor economía del mundo.

Todo este proceso, que corresponde decir ubicaron a la China como el mayor inversor mundial en el exterior, incluso superando a Estados Unidos y Europa en todo su conjunto, comenzó a gestarse en 1978, cuando la nación asiática comenzó a volcarse hacia el capitalismo, bajo la gestión de Deng Xiaoping.

¿Esto qué significa?, pues debe entenderse como la integración de la fuerza del trabajo china -compuesta por 900 millones de operarios- con las cadenas globales de producción, conformadas por empresas transnacionales. De tal modo, en apenas 25 años China se convirtió en el primer exportador mundial, llegando a triplicar su comercio exterior en el breve período comprendido por los años 2001-2010. 

Toda esta evolución de los chinos los llevó a obtener un superávit de sus cuentas de 11 puntos del PBI en 2007, con un stock de reservas de 4,3 billones de dólares, el cual es cuatro veces superior a Japón, el ubicado en el segundo lugar de esta ranking de los más poderosos financieramente.

Pero en el período 2008-2009 comenzó a revertirse esa situación, pues el comercio chino pasó a ser nulo o negativo, sin volver a tener ninguna clase de impacto en el PBI, pasando a ser más importante el flujo de empresas transnacionales hacia el exterior que el que se recibía desde afuera. Esto modificó el posicionamiento chino en el mundo, en especial su vínculo con Estados Unidos, quedando la relación entre ambos países sostenida por las inversiones en bienes de capital, a diferencia de los 15 años previos al ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio en 2001. En tal ocasión casi todo el esfuerzo estuvo dirigido a las exportaciones.

China dejó de ser el principal acreedor de Estados Unidos, lugar que pasó a ocupar Japón, teniendo un drástico cambio de actitud en cuanto al uso de sus reservas, y en lugar de comprar títulos del Tesoro estadounidense como hizo entre 2001-2015, pasó a hacer fuertes inversiones en todo el mundo, teniendo a Estados Unidos como el principal receptor de recursos, citándose como respaldo que las empresas chinas incrementaron ocho veces sus inversiones en dicho país entre 2009 y 2016.

Concluye diciendo el analista internacional Jorge Castro, que "la convergencia entre los dos países ha adquirido un sentido horizontal y las empresas transnacionales chinas en Estados Unidos se orienta hacia la manufactura avanzada y los servicios de punta, los sectores constitutivos de la nueva revolución industrial".

Autor: Redacción

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