En 2010, los directivos de General Motors de Argentina prometieron una renovación casi total de su oferta de productos. Desde entonces, entre nuevos vehículos y versiones se lanzaron 10 modelos. Entre las últimas novedades está el Sonic, que llega a nuestro país con dos versiones de carrocería: hatch y sedan.
Se trata de un subcompacto moderno, que se suma a la avanzada de modelos globales, como el Cruze, la Captiva o el Spark, que se venden en todo el mundo. De este modo, nuevamente Chevrolet pone en el mercado local un auto con mayores aspiraciones que sus muy exitosos Corsa y Aveo.
De acuerdo a La Nación, por concepto, calidad y equipamiento, el Sonic está por encima de aquellos.Está disponible en dos versiones de equipamiento: LT y LTZ, pero ambas muy completas. A primera vista se aprecia el aire de familia con los productos más modernos de la marca como el Spark y el Cruze. Su diseño es moderno y transmite robustez.
Es sabido que cuando un modelo tiene carrocerías sedan y hatch, este último suele ser más atractivo. En este caso, aunque no escapa a esa regla, hay que decir que el sedan no desentona y si bien luce menos deportivo, tiene un estilo bien alcanzado. Es decir que no es el cinco puertas al que alegremente se le agrega un baúl, sino un modelo con personalidad propia. Si verlo produce una sensación agradable, basta subirse para confirmar que estamos ante un modelo de excelente calidad de construcción y terminaciones.
A nuestro país llega equipado con un motor naftero 1.6 de 115 CV de potencia máxima y dos opciones de caja: una manual de cinco marchas disponibles tanto en la versión LT como en la LTZ, y una automática de seis velocidades sólo en la LTZ. Foto: Patricio Pidal. Hay que decir que además del diseño atractivo y la excelente calidad, uno de los aspectos más destacados es el gran nivel de equipamiento de serie.
Ambas versiones tienen aire acondicionado, asiento de conductor regulable en altura, asiento trasero con respaldo abatible 60/40, apoyabrazos para conductor, cierre centralizado de puertas con comando a distancia, columna de dirección regulable en altura y profundidad, computadora de a bordo, control de velocidad crucero, espejos exteriores eléctricos, levantavidrios eléctricos delanteros y traseros, salidas de aire en las plazas traseras, equipo de audio con Bluetooth, puerto USB, 6 parlantes y volante multifunción. La LTZ agrega tapizados y volante de cuero y techo solar eléctrico. Líneas modernas y limpias le dan un aspecto robusto.
También en lo que respecta a la seguridad el puntaje es muy alto, las dos versiones ofrecen de serie airbags laterales y frontales para conductor y acompañante (el LTZ tiene además airbags de cortina), frenos ABS con EBD, cierre automático de puertas, inmovilizador de motor, anclajes para silla de bebe Isofix, luces antiniebla delanteras y alarma antirrobo, y el LTZ tiene además sensores traseros de estacionamiento. El diseño del panel de instrumentos es muy moderno, lo que deja claramente a qué público apunta, con un velocímetro digital y cuentavueltas tradicional, y aplicaciones símil aluminio que le dan un aspecto muy agradable al interior.
Una vez en marcha el motor se muestra ágil, y el auto es muy agradable de conducir, con suspensiones que se muestran firmes y una dirección bien asistida. El espacio es confortable, especialmente en altura, y la posición de manejo es muy buena. El hatch (desde 101.670 pesos) tiene una longitud de 4,04 metros y un baúl de 253 litros de capacidad contra los 4,4 metros de longitud del sedan (desde 103.470 pesos), que le permiten llevar la capacidad del baúl a muy generosos 455 litros (una capacidad mayor incluso que la del Cruze).
Son mejorables la insonorización por encima de los 120 km/h y la garantía, que es de 2 años sin limite de kilometraje, mientras que por el mismo modelo, en otros países, GM ofrece 3 años o 100.000 kilómetros. Si el auto es el mismo y la empresa es una, la confianza de la compañía en el producto debería ser la misma. Eficaz comportamiento dinámico, excelente equipamiento y muy buena calidad, además de una atractiva relación precio-producto, son los puntos fuertes de un modelo que tiene argumentos ganadores.