Automotores

Chevrolet S-10: al ruedo por corona de pickups del mundo

Lo prometido es deuda, dice el refrán. La promesa era la llegada de nuevos productos al competitivo segmento de las pickups. La deuda, el lanzamiento de uno de ellos, la flamante Chevrolet S10. La nueva generación Chevrolet S10 es un producto íntegramente nuevo, de mayores dimensiones, con más confort y equipamiento, además de un conjunto mecánico también flamante. Todo lo necesario para ponerse a tono con los actuales conceptos en materia de pickups en el mercado argentino.

La Nación probó la versión tope de la gama, LTZ AT 4x4 CD, con caja automática, tracción en las cuatro ruedas y cabina doble. Por ahora, sólo se comercializan esta y la versión LTZ 4x2 con caja manual de 5 marchas ($ 204.170). Pronto llegarán las versiones menos equipadas, LS y LT, con cabina doble y simple, tanto 4x2 como 4x4. Producida en Brasil, la nueva S10 se basa en una amplia plataforma global de pickups de GM. De hecho, con 5347 mm es de mayor longitud que la Toyota (5260 mm) y la Amarok (5254). 

Esta versión LTZ AT de la S10 cuenta con varias ayudas electrónicas a la conducción y de seguridad activa. A saber: controles de estabilidad (ESP) y tracción; sistemas de asistencia en ascenso y descenso de pendientes; frenos con ABS, EBD (distribución de la fuerza de frenado) y CBC (control en curva), y ESP para remolque (muy útil para trailers hasta 3,5 toneladas). Frena con eficacia y en distancias acordes (47,43 m de 100 km/h a 0).

En el off-road se comporta en forma impecable. La caja de transferencia se comanda con el dial en la consola central. Así se seleccionan los modos 4x2 y 4x4 en alta y baja. Un sistema muy cómodo que permite engranar la 4x4 alta hasta a 120 km/h (Shift on the fly). Para la baja hay que circular a menos de 5 km/h; al poner esta reductora, el ESP correctamente se desconecta. Se comporta muy bien tanto en partes trialeras (pozos y desniveles) como vadeos y zonas embarradas, además de trepadas y descensos. Ayudan los buenos ángulos off-road. En especial, los de ataque (29,9°) y ventral (21,8°); algo más limitado es el de salida (22,6°).

El despeje de esta versión LTZ AT es de 212 mm. Esta segunda generación de la Chevrolet S10 está equipada con el nuevo motor Duramax 2.8 CTDI, moderno propulsor diésel de 4 cilindros con turbo de geometría variable e inyección directa por common-rail, que entrega 180 CV a 3800 rpm. En tanto, el torque es de 470 Nm (47,9 kgm) a 2000 vueltas. Trabaja en conjunto con una caja de velocidades automática de 6 marchas con opción manual secuencial, que viene muy bien para apurar rebajes. No obstante, en modo automático patina poco, no tironea y aprovecha muy bien el generoso par del motor y la destacada potencia.

En cuanto al equipamiento, la Chevrolet S10 tiene todos los elementos de confort de un automóvil. Eso sí, está equipada sólo con airbags frontales. Le faltaría (por precio) airbags laterales y ganchos Isofix. Además, no tiene sensores de estacionamiento o cámara como algunos modelos rivales. La calidad de los materiales y las terminaciones están dentro de los estándares del segmento. El precio de esta versión LTZ automática 4x4 cabina doble es de 255.680 pesos. Elevado, pero dentro del rango de los tope de gama del segmento. A la S10 le espera ahora la prueba de fuego: la de los usuarios que la exigirán todos los días.

Autor: Redacción

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