Automotores

Chevrolet Bolt EV: una propuesta práctica entre los autos eléctricos

Nos guste o no, parafraseando la canción Los santos viene marchando, los automóviles eléctricos son parte de nuestro mundo y prometen seguir su camino. 

Se les achacaba una autonomía escasa, la lenta recarga y el peso de las baterías y hasta cierta falta de polivalencia. En pocos años, estas desventajas están en vías de desaparecer, tal como lo demuestra el Chevrolet Bolt EV, que manejamos en esta ciudad del norte de los Estados Unidos.

A diferencia de modelos previos, que incorporaban el tren de fuerza eléctrico en una plataforma existente, el Bolt EV nació 100% eléctrico: estructura, carrocería, distribución de pesos, conjunto impulsor, conectividad y hasta el más mínimo detalle fueron concebidos en forma integral.

El resultado es un monovolumen práctico, espacioso y ágil para moverse en tramos urbanos y ruteros y, lo que resulta más importante para las automotrices en general y para GM en particular: es un modelo para las nuevas generaciones de conductores, que no valoran el auto desde la performance, sino desde la necesidad de movilidad.

El 90% de la estructura y el 81,5% de la carrocería están fabricadas con modernos aceros livianos de alta resistencia, que se suman a partes de aluminio con un objetivo claro: bajar todo el peso posible para contrarrestar un pack de baterías de última generación (de ion-litio y 288 celdas) pesa 429 kg (con una capacidad de almacenamiento de 60 kWh).

La novedad en el Bolt es que este pack también es parte de la estructura y conforma casi todo el piso del habitáculo. Este detalle le hace ofrecer un interior amplio, de gran habitabilidad y con el piso bien plano. También permite bajar el centro de gravedad del vehículo y aportar mayor rigidez torsional, lo que favorece mucho el comportamiento dinámico, beneficiado además por unas suspensiones de tono firme al doblar, pero muy confortables para absorber las irregularidades de los caminos. Por su parte, la carrocería tiene un coeficiente aerodinámico Cx de sólo 0,308, otro ítem clave para el ahorro de energía.

Entre el diseño y la evolución de las baterías, el Bolt EV ofrece una autonomía máxima de 383 km (casi de Buenos Aires a Mar del Plata) y su motor eléctrico eroga 150 kW de potencia (203 CV), además de un par motor de entrega constante de 360 Nm (no con picos como en los motores de combustión interna), que le permite brindar lo más destacado de los autos eléctricos: la aceleración. Sin ruido alguno (apenas un leve zumbido), este Bolt EV es capaz de acelerar de 0 a 100 km

En sólo 6,5 s, es decir igual que los mejores modelos GTi del mercado. De hecho, esto es fácilmente comprobable en cada semáforo, donde hasta rugientes V8 quedan detrás. La velocidad máxima está limitada a 155 km/h por una razón muy sencilla: en los autos eléctricos cuanto más rápido se va, más velozmente se descarga la batería.

La facilidad de manejo es enorme. Este Chevrolet eléctrico no tiene una caja de velocidades convencional; de hecho, la transmisión es directa (una sola marcha) del motor a las ruedas delanteras. La selectora permite definir los modos de marcha: Drive, adelante; R, retroceso; P, Parking y L, Low. Esta última posición (Regeneración on-demand), junto con una leva en el volante, configuran el sistema para maximizar la recarga de la batería en forma constante, además de actuar como un freno-motor que prácticamente detiene al auto sin pisar el freno (lo que se denomina One-pedal driving, manejo con un solo pedal). Por supuesto, como todos los autos eléctricos, cada vez que se suelta el acelerador y se pisa el freno, se genera electricidad a partir de la energía cinética del frenado para recargar el pack de la batería.

Hay dos formas de recargar externamente éstas. Con la corriente alterna normal de 240 V tarda 9 h 45 m, mientras que con un cargador rápido de corriente contínua (50 kW) demora 30 minutos.

Autor: REDACCION

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