A pesar del tono triunfalista del discurso del jefe de Gobierno español, Mariano Rajoy, el malestar social continúa creciendo, en parte por los desalojos a familias que no pueden pagar créditos hipotecarios. Ahora se conoció que el movimiento contra los
desahucios (desalojos) en España ganó nuevos adeptos en cerrajeros
y bomberos que rechazan participar en ellos, mientras el
parlamento tramita una ley sobre este sensible asunto que incluso
ha provocado algunos suicidios.
"Se estaba arruinando la vida de las familias y nosotros
hacíamos de verdugos. Eso nos creaba situaciones de tensión y
malestar", explicó este miércoles a la AFP David Ormaechea,
presidente de la Unión de Cerrajeros, para justificar la decisión.