Las exportaciones de carne bovina en el primer trimestre del presente año se incrementaron un 32% en comparación con igual período del año pasado, cifra a la que el último mes contabilizado, marzo, contribuyó con el 14%, con lo cual queda claramente expuesta la tendencia hacia el alza en este rubro, constituyendo una muy buena noticia, entre tantas otras del área económica y productiva que no marchan en ese mismo sentido.
Este informa fue divulgado por el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC, dando cuenta que en esos primeros meses de enero, febrero y marzo se exportaron 74.000 toneladas peso res, lo cual arrojó el mencionado 32% superior a 2016.
Una buena parte de esta suba fue explicada por el rubro de carnes enfriadas, en tanto que las exportaciones de carnes congeladas se mantuvieron estables, en similares niveles en la comparación interanual. Justamente, esta expansión de carnes enfriadas, tuvo su principal foco en la Unión Europea, sustentada en la muy aceptable performance de las efectuadas con la Cuota Hilton, junto a las ventas con destino a Chile que también aumentaron ligeramente.
Respecto a la Hilton, a fines de marzo se había certificado la venta de 18.000 toneladas, significando 61% del total del ejercicio 2016/17, lo que deja abiertas muy buenas expectativas para el presente ciclo en cuanto a completar lo acordado.
Pasando a las carnes congeladas, China e Israel se mantuvieron dentro de los niveles habituales de compras, por lo cual no hubo variantes significativas en lo exportado durante el trimestre, aunque si cabe destacar la firmeza existente, confirmando de tal modo la muy buena expectativa para que 2017 termine siendo el mejor de varios años a esta parte.
En conjunto, China encabeza la nómina de los principales mercados para la carne argentina, habiendo desalojado del principal sitial a Alemania. Y además, importante de destacar, hubo una suba del precio promedio, explicado por la mayor participación de las carnes enfriadas, las que tienen un valor medio superior al resto.
INDUSTRIA FRENO LA CAÍDA
Contrariamente a lo ocurrido con las ventas cárnicas al exterior, con números positivos, en cambio durante el primer trimestre del año el índice de producción industrial experimentó en el mes de marzo pasado una contracción de 0,4%, que si bien es negativo es también la menor baja desde febrero de 2016 cuando había sido de 0,1%, por lo cual se trata de una estadística que genera optimismo para el sector, no sólo para volver a equilibrarse, sino para retornar a índices positivos.
De todos modos, el resultado oficial del INDEC para el sector industrial en el primer trimestre completo fue de una baja de 2,4%, constituyendo de todas maneras un número menor al anticipado por todas las consultoras privadas, recordándose por ejemplo que una de las más certeras como es FIEL había dado una baja de 2,7% en los tres primeros meses, habiendo sido aún más contundente la consultora de Orlando Ferreres con 4,3% de retroceso.
Algunos de los rubros que mayor explicación tienen del sector, dan cuenta que por ejemplo el automotriz en marzo cayó 3,4% en la comparación interanual pero cerró el trimestre con un índice positivo de 3,7%, mientras que la metalmecánica avanzó ese tercer mes 4,9% con lo cual logró reducir la caída del trimestre a sólo 1,7%. El acero tuvo muy buena performance con un crecimiento de 23,5% en marzo, cerrando el ciclo trimestral con 0,3% positivo.
El peor resultado lo tuvo la industria textil, sufriendo en marzo un retroceso de 18%, para concluir el trimestre con menos 17,2% siendo uno de los rubros que más viene sintiendo los efectos negativos del momento económico.
De acuerdo al análisis de los datos en cuestión y tomando en cuenta la clasificación de la actividad industrial por el tipo de productos, los bienes de consumo siguen liderando la retracción, siendo los durables los que bajaron 6,1% en tanto los no durables cayeron 5,3% y los de uso intermedio una contracción de 0,9%, en cambio los bienes de capital sostuvieron al rubro con un avance de crecimiento de 5,3%.
Con tales resultados, aún cuando la medición desestacionalizada de marzo se ubica un 3,1% por debajo del registro de diciembre pasado, logra sostenerse 1,1% por sobre el de septiembre, también de 2016, época en la cual se fija el comienzo de recuperación de la actividad.