Editorial

Carne, complicaciones

La situación de la industria frigorífica es realmente preocupante, de acuerdo lo remarcó la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), al igual que todo el conjunto que conforman la ganadería, la producción de carne y las exportaciones, con lo cual podemos decir que se encuentra a tono con todo el resto de la actividad productiva y económica, que se desenvuelve al compás marcado por una creciente inflación, la más alta presión impositiva de la historia y medidas que, en lugar de estar orientadas a la búsqueda de la recuperación, no hacen otra cosa que empeorar todavía más las condiciones para desenvolverse.

La falta de controles en el mercado interno es otro de los factores negativos, y otra vez tenemos un creciente faenamiento de hembras, con lo cual vuelve a resentirse el stock ganadero, que aún no había logrado recuperarse del todo cuando aquella nefasta decisión sostenido en el lema "la mesa de los argentinos", que produjo un vaciamiento del sector. La experiencia no parece haber servido de nada, pues otra vez nos encontramos en la misma pendiente, encontrándose el sector con una sostenida pérdida de competitividad en el mercado internacional.

Las exportaciones experimentaron una baja del 27,7% en el pasado mes de abril, medidas en forma interanual, en tanto que el consumo interno explicó el 93,6% de la producción total de carne vacuna, constituyéndose en la segunda marca más elevada de los últimos 53 años, lo cual es lo suficientemente elocuente como para no tener que agregar ninguna otra reflexión. Es, en definitiva, una clara radiografía que muestra en su total desnudez lo pronunciada de la caída del sector, que tiene poder de impacto en numerosas actividades relacionadas.

Digamos además, que en el referido mes de abril el consumo interno de carne vacuna por habitante se ubicó en 60,7 kilogramos anuales, conformando una subida de 8,3% anual, lo que en realidad es un índice claro de la caída que experimentan las exportaciones, la cual viene registrándose desde 2005, marcando CICCRA que "desde entonces el Gobierno implementó una política claramente anti ganadera", concluyendo que el mayor impacto se trasladó a las ventas cárnicas al exterior.

Tanto las retenciones como el atraso cambiario han hecho retroceder las exportaciones "a niveles históricamente decepcionantes", habiendo provocado ya el cierre de 130 establecimientos industriales y el despido de casi 16.000 trabajadores, quedando claro este descenso en el hecho que de ser la Argentina uno de los países principales en la ventas de carnes al mundo unos años atrás, hoy ha sido superado por vecinos como Brasil, Paraguay y Uruguay, habiendo prácticamente desaparecido en el concierto mundial, no sólo por la caída de volumen, sino también por algunos incumplimientos contraídos, lo cual en el comercio internacional es un verdadero estigma que luego costará muchísimo restablecer. Es que la credibilidad sólo se gana a través del tiempo y de imponerse exigencias que deben respetarse a rajatabla, aspectos que no parecen estar por aquí muy predispuestos, al menos de parte de un gobierno que marca idas y venidas en sus rumbos.

"La falta de controles -señala la entidad- en el mercado interno por parte de las autoridades han incrementado la marginalidad de las operaciones. Ha habido un importante estímulo a seudo cooperativas de trabajo que generan precariedad laboral y agregan marginalidad y competencia desleal a las empresas formales del sector. Esta combinación de factores está generando crecimiento atípico del volumen de faena de algún operador, lo que nos coloca ante la posibilidad de que se genere un monopolio u oligopolio de faena con destino al mercado interno poniendo en peligro las dos puntas de la cadena, es decir, el productor y el consumidor".

Otro de los aspectos preocupantes dentro de este panorama realmente complicado, y que afecta directamente al futuro, es decir, para cuando tenga que encararse una recomposición del sector, es el crecimiento del faenamiento de hembras, que en abril pasado ascendió al 42,4%, cuando un año atrás era dos puntos menos, en ese mismo mes, aunque en la comparación interanual la expansión fue de 31,4%.

Autor: Redacción

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