En 1890, en agradecimiento por una gracia concedida, Doña Juana Pionsi de Perucca hizo construir la capilla cita en Arenales y Alberdi, en homenaje a Nuestra Señora del Rosario de Pompeya.

La imagen que actualmente preside el templo, fue enviada desde Italia por su hermano y está bendecida por el Papa.

La Capilla fue habilitada y la imagen nuevamente bendecida, en 1892, en una ceremonia presidida por Monseñor Agustín Boneo -Obispo de Santa Fe-.

Este Templo, el más antiguo de la ciudad, es un testimonio no sólo de la fe de la señora de Perucca, sino de la necesidad de que su gesto fuera traducido en la obra que a través del tiempo, se ha convertido en lugar de oración y de recogimiento tanto para los fieles del barrio como los de toda la ciudad.

Nadie pasa frente a la Capilla, aún en horario nocturno, sin tan solo un gesto de adhesión y de respeto por Nuestra Señora del Rosario de Pompeya.

Para testimoniar el origen de esta historia, el miércoles 11 a las 18:30, antes de la misa mensual, el cura párroco de la Catedral Padre Alejandro Mugna, bendecirá una placa recordatoria.