Suplemento Jubilados

Canasta de jubilados ya duplica el haber mínimo

En los últimos 12 meses el aumento de las jubilaciones superó a la inflación de las consultoras privadas. Sin embargo, el haber mínimo -hoy de $ 2.477 mensuales-, cubre apenas la mitad de la canasta del jubilado, que valuó a noviembre los gastos básicos de los mayores de 65 años en $ 4.885 mensuales o $ 162 por día, según los cálculos la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires. En el caso de un matrimonio, ambos jubilados, el costo de la canasta ronda los $ 6.000 mensuales. Así incluso dos jubilaciones mínimas -de ambos cónyuges- no cubren el costo de esa canasta, publicó Ismael Bermúdez en el suplemento iEco de Clarín.

Más difícil es la situación de los más de un 1.400.000 pensiones no contributivas que, en buena parte, beneficia a gente mayor, que cobran el 70% del haber mínimo. En este caso, la cobertura todavía es más baja: sólo cubre el 35%.


DEFENSORIA

Esta baja cobertura del haber mínimo- que cobra el 75% o más de 4.000.000 de jubilados- es una de las razones que llevó a la Defensoría de la Tercera Edad a reclamar días pasados un aumento de $ 900 mensuales en las jubilaciones, de tal manera que iguale el valor del salario mínimo, vital y móvil que hoy es de $ 3.300. Ese reclamo tiene el apoyo de la Mesa Coordinadora de Organizaciones de Jubilados y Pensionados y de la CGT de Hugo Moyano.

Así surge que hay 5.400.000 personas adultas que viven con ingresos que están muy por debajo de las necesidades básicas.

Hace un año atrás, la jubilación mínima era de $ 1.879 y la canasta costaba $ 3.973. Así en los últimos 12 meses la jubilación tuvo un alza del 31,8%, mientras los precios de la canasta aumentaron en 11 meses el 23%.

Pero esa mejora está atenuada porque los precios aumentan semana a semana y las jubilaciones se ajustan cada 6 meses, sin que se compense la inflación pasada.


CANASTA

La Defensoría de la Tercera Edad elaboró la canasta del jubilado sobre la base de las necesidades básicas de la gente mayor -que tiene una estructura de consumo propia- y no como “ sinónimo de pobreza”.

En esa canasta pesan más los gastos de alimentación y salud y menos los de transporte o recreación. Pero se aclara que no se incluyen los gastos de internet, celulares, medicamentos costosos o extras de salud, vacaciones, regalos a nietos, festejos, movilidad especial ni tampoco dietas especiales o alimentos para mascotas.

Así, la canasta contiene los bienes imprescindibles de una persona de tercera edad, además valuados a precios por debajo de la media de comercios y negocios, incluidos supermercados chinos.

De esa canasta surge que el jubilado necesita gastar en alimentos $ 1.805 por mes ($ 60 por día) y $ 320 en vestimenta. Los gastos de vivienda –alquiler o las expensas y tasas, más gas, luz, teléfono y cable– es de $ 1.587 y en salud el gasto asciende a $ 219 porque no incluye los gastos de tratamientos complicados y supone que cuenta con la cobertura de la obra social y no requiere de la ayuda personal o en su casa de una persona.

Así las cosas, esta brecha del 100% entre los ingresos de la amplia mayoría de los jubilados y el costo de la canasta de los mayores explica que muchos jubilados y jubiladas busquen realizar una changa, atender en un consultorio o trabajar de serenos.

Autor: REDACCION

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