Información General

Cálida bienvenida a Tomi, un niño que recibió un riñón y se recupera de manera favorable

El lunes sin dudas fue un día especial para Tomi y su familia; después de varias semanas lejos de casa, con incertidumbre sobre lo que podía pasar y muchos sentimientos encontrados, ayer volvió a la ciudad para reencontrarse con quienes más quiere. Sus seres queridos y compañeritos de escuela lo esperaban con risas, pura emoción, carteles de bienvenida, globos y bocinazos. 
El espacio elegido para la ocasión fue la Plaza Elda Massoni. Allí se reunieron todos a la espera de Tomi. Pero antes de contar los detalles de esta cálida bienvenida, hay que volver hacia atrás algunos años, para compartir su historia.

https://youtu.be/w_VoE6_u1MQ

 

Tomi es un niño de 8 años alegre y divertido. Así se muestra en videos y fotos, con una sonrisa de oreja a oreja. Lo cierto es que en junio del 2021, su vida comenzó a desmoronarse por un problema de salud: sus riñones comenzaron a fallar como consecuencia de contraer Covid-19. Su mamá, en su relato sobre estos dos años, comenta: "No sabíamos qué estaba sucediendo, no entendíamos nada, era todo caos. Tampoco sabían los médicos qué estaba pasando". 
Su calidad de vida había disminuido y se veía privado de hacer su rutina diaria. Visitaba médicos, acudía a clínicas y se pasaba muchas horas en sus salas, rodeado de adultos y profesionales de la salud, algo muy difícil para un niño de su edad. "Nuestro pequeño tenía alrededor médicos nefrólogos, cardiólogos, inmunólogos que trataban de revertir la falla renal, pero fueron inútiles los tratamientos... en 20 días Tomi ya había perdido completamente la función de sus riñones", agrega su mamá. Por esta situación, llegó a hacerse diálisis todos los días, cada seis horas. 
Como todo, la vida continúa con su rapidez, y esta familia tuvo que armarse de nuevo: "Fuimos aprendiendo y superando, con el tiempo, que había cosas que no podíamos dejar de hacer: disfrutar el día juntos, las pequeñas cosas, no dejar de soñar... Adaptarnos a esta mochila cargada de amor que nos tocó, hizo que todo fuese más fácil; aprender la paciencia, a tolerar enojos, a entender que debíamos seguir viviendo con lo que nos había tocado, con mucho amor y fe", dice su mamá.
Sin embargo, volvieron a ver la luz cuando recibieron la llamada tan esperada por todos los que esperan una donación. "El ángel donante de Tomi dejaba esperanzas y una nueva oportunidad a nuestro pequeño hijo". La sensación que se vive en ese instante es algo indescriptible; es esperanza, oportunidad y fe.
De este modo, atravesados por la noticia, sus papás viajaron junto a Tomi hacia el Hospital de Niños de Santa Fe. Allí, hace unas semanas, recibió el riñón tan esperado.
Lo que siguió después de aquella primera intervención quirúrgica fueron más noticias y nuevamente la espera, pero, esta vez, para ver si ese riñón cumplía su función y era aceptado por Tomi. Luego, tuvo una segunda operación por una pequeña falla, pero esta fue la definitiva. Después de eso, mejoró favorablemente y pudo pasar de terapia intensiva a una pieza individual. El viernes pasado, luego de una larga internación, recibieron otra agradable noticia: pronto Tomi podía volver a casa, con cuidados extremos para no afectar su salud.
Ahora sí, volvemos a la parte más linda de esta historia: su bienvenida. La Plaza Elda Massoni se convirtió entonces en una fiesta. Allí, sus compañeritos de la escuela Mitre, que tuvieron el permiso de la directora para entrar más tarde, su familia y sus seres queridos lo esperaban ansiosamente. Tomi y sus papás les agradecieron a todos por su grato recibimiento, por demostrar su cariño. Lejos y con barbijo, Tomi saludaba y se veían sus ojos también llenos de emoción. 
Su papá expresó para LA OPINIÓN la emoción por este grato momento: "Fue muy emotivo, muy fuerte porque estuvieron todos los amigos y familia que nos acompañaron estos dos años. También es inmenso el cariño recibido de gente que no conocemos... sabiendo que no lo podían abrazar estuvieron ahí igual y Tomi los vio y sintió ese cariño, fue muy importante. Fue muy lindo ver a sus pequeños amiguitos de la escuela... nenes de 8 años que ya saben y están hablando de este tema tan importante que muchos adultos evitan o no se interesan". 
Ese momento quedará para siempre en la historia de la familia y, especialmente, en la de Tomi. Es un nuevo comienzo, una nueva vida. Esto también visibiliza la importancia de la donación de órganos. Al tomar la decisión de donar, se puede cambiar la vida de muchas personas (ya sean adultos o niños), quienes luchan día a día por sobrevivir.
Según las estadísticas de Incucai, este años son 7022 personas las que necesitan un trasplante para salvar su vida; se realizaron 892 trasplantes y 394 personas donaron sus órganos. Por último, 8.52 es la cantidad de donantes por cada millón de habitantes este año. Donar salva vidas y es el acto de amor más grande del cual podemos ser todos testigos. 

Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web