Editorial

Cae el superávit comercial

Las importaciones volvieron a crecer, fundamentalmente a través de un nuevo aumento en las compras de combustibles, y la balanza comercial redujo notablemente su superávit. Una constante de los últimos tiempos, que podría generarle un dolor de cabeza al país en el mediano plazo, especialmente si se profundiza la actual crisis internacional.

De acuerdo con un reciente informe del INDEC, el superávit comercial fue de 672 millones de dólares en julio, lo que significó una caída del 22 por ciento respecto de igual mes de 2010.

Las compras al exterior totalizaron durante julio unos 6.645 millones de dólares, contra 5.122 millones de igual mes de 2010, lo que representó un incremento del 30 por ciento, según las cifras oficiales. Por su parte, las exportaciones llegaron en julio a 7.317 millones de dólares, contra 5.982 millones de igual mes pero de 2010, registrando un incremento del 22 por ciento.

Siempre según el organismo estadística oficial, en los siete meses del año la balanza comercial fue superavitaria en 6.458 millones de dólares, representando una disminución del 21 por ciento con respecto a igual período del año anterior. El total exportado fue de 47.339 millones de dólares contra 40.881 millones de dólares desembolsados en importaciones, representando un incremento del 24 por ciento en la ventas al exterior y una suba del 37 por ciento en las compras.

Cabe resaltar que industriales y exportadores vienen advirtiendo sobre el fuerte crecimiento de las compras al exterior, fundamentalmente por parte de China, que si bien es uno de los principales destinos para la soja argentina también es un polémico proveedor. Pero también crecieron las importaciones provenientes del Mercosur, bloque comercial que concentró el 30 por ciento de las compras realizadas al exterior, y sólo el 24 por ciento de las exportaciones argentinas. Comparando estos resultados con julio del año anterior, las exportaciones al bloque regional aumentaron el 22 por ciento, mientras que las importaciones provenientes del mismo crecieron el 24 por ciento, generando un saldo comercial negativo en julio de 205 millones de dólares.

Este preocupante marco viene siendo promovido desde hace meses por el déficit energético que acusa el país, y que obligó en el último año a duplicar el gasto en importaciones de combustibles y lubricantes.

Las compras externas de energía, que hace cinco años significaban sólo el 5% de las importaciones argentinas, representan en lo que va del año el 14% de la canasta de bienes que el país debe adquirir al exterior. De hecho, en julio fueron el 20% de todas las importaciones y llegaron al segundo puesto (en 2006, estaban sextas y últimas), en la clasificación de las compras externas por uso.

Esta cuenta fue engrosada, principalmente, por la importación de gas natural licuado (necesario para las operaciones de regasificación en Bahía Blanca y en Escobar), gasoil, fueloil (ambos para alimentar las usinas a las que no les llegó el gas) y energía eléctrica.

En paralelo, los productos vinculados con el sector energético en los que la Argentina tiene excedente (como petróleo crudo y carburantes) influyen cada vez menos en el total de exportaciones argentinas. Del 17% que representaban en 2006, cayeron hasta el 8% de participación en lo que va del año.

De acuerdo con algunos especialistas, este año el déficit energético se ubicará en torno a los 3.000 millones de dólares, cuando tan solo un año atrás era superavitaria en 2.000 millones. Un lastre demasiado pesado para una balanza comercial que en este 2011 culminaría con un saldo positivo de entre 8.500 y 9.000 millones de dólares.

Por otra parte, un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal calculó que durante los primeros siete meses del año, por cada dólar exportado de combustible, se importó U$S 1,68, mientras que en el período enero-julio de 2010 por cada dólar estadounidense exportado de energía y combustibles, se importaron 74 centavos.

El superávit comercial representa uno de los pilares económicos del Gobierno ya que le permite obtener un fuerte ingreso en la recaudación por las retenciones a las exportaciones. El problema es que cada mes que pasa se va achicando, al aumentar las importaciones para cubrir los “huecos” del modelo. Teniendo en cuenta que es muy probable que Cristina Kirchner sea reelecta, no estaría mal que el oficialismo empiece a pensar en realizar algunos ajustes.

Autor: Redacción

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