Editorial

Buenas expectativas

Aún cuando la economía no se encuentra en su mejor momento, tanto aquí en el país como en el resto del mundo, las expectativas de los argentinos sobre el tema continúan siendo positivas en casi todos los subíndices abordados, con la única excepción del relativo a la compra de bienes. De tal modo lo revela el Indice General de Expectativas Económicas correspondiente al mes de abril, elaborado por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica Argentina, habiendo reunido 109 puntos, con una variación negativa de 0,1% respecto a la anterior medición y un 1,3% por debajo de abril de 2011.

Las evaluaciones de la gente consultada fueron muy divididas respecto al tema que le adjudican mayor importancia, resultando en ese sitio la inseguridad con 29%, algo que aunque con vaivenes en la elección de esta opción, viene manteniéndose en ese lugar preponderante durante los últimos años. Esta vez, en segundo lugar apareció por primera vez la corrupción con 9%, ubicándose seguidamente con 8% en igualdad de condiciones las drogas y el desempleo.

De tal manera, en el sentir de la gente tenemos como principales motivos de preocupación cuatro temas que, además de ser esenciales son los que en forma permanente están incluidos en las tapas de los diarios: inseguridad -el de mayor preferencia- por la afectación generalizada en todas las capas de la sociedad, la corrupción que viene ganando un espacio muy importante, y finalmente parejos en consideración, las drogas -que impactan en muchos otros, como el caso preciso de la delincuencia violenta- y la falta de trabajo, que a pesar de las estadísticas en baja, está ganando en cuanto a la preocupación de la gente.

Algunas especificaciones de este trabajo, establecen respecto a la inseguridad, que cuanto más sube la edad también es mayor la preocupación, pues entre los más jóvenes el 22% la selecciona como su rubro más preocupante, pero cuando se habla de mayores de 65 años, entonces se eleva al 35%, siendo también el nivel de educación un motorizador, ya que entre universitarios está en el orden del 33% en tanto que quienes sólo cuentan con el ciclo primario baja al 26%. En cambio en cuanto a la corrupción es más fuerte entre los hombres (12%) que las mujeres, subiendo al 16% cuando se trata de universitarios y al 21% entre los niveles más altos.

Para llegar a estas conclusiones, los especialistas de la Universidad Católica entrevistaron a 1.001 personas en 26 localidades de todo el país, entre el 19 y 26 de abril, siendo los resultados logrados representativos de la población adulta.

Se amplió el déficit

Si abril midió bien en expectativas, en cambio en lo que hace concretamente a los números de las cuentas públicas le fue bastante diferente, ya que el desequilibrio entre ingresos y egresos empeoró nada menos que un 352% en la comparación interanual, pues mientras en abril de 2011 el rojo fiscal había sido de 411 millones de pesos, esta vez alcanzó a 1.863 millones, habiendo sido uno de los factores determinantes el pago de intereses de la deuda pública, lo cual hizo que en el primer cuatrimestre de 2012 el desequilibrio fiscal llegue a 6.975 millones, es decir, nueve meses más que un año atrás.

Ni siquiera se pudo disimular el rojo de las cuentas con el superávit de 7.507 millones que tuvo la ANSeS en el cuatrimestre, ya que de no haberse contabilizado este ingreso extraordinario, el déficit del Tesoro, los organismos descentralizados y los fondos fiduciarios habría estado en el orden de los 14.482 millones.

Ampliando algo más la mirada, y midiendo los 12 meses que van de abril a abril, el déficit asciende entonces a 37.000 millones de pesos. El año anterior, ese rojo fue de 30.663 millones, mientras que para este año, tal como se vienen comportando las cuentas públicas, el déficit estimado podría alcanzar el 50% más para llegar a 45.000 millones.

Esta situación de continuo aumento del déficit fiscal se da incluso dentro de la permanente mejora de la recaudación y la elevada presión fiscal. Es que durante abril los ingresos sumaron 40.632 millones -un 26,5% más que un año pasado-, en tanto que los gastos fueron 37.650 millones -un 28,7% más altos que en 2011- y los gastos de capital 4.846 millones, nada menos que un 38% más que en abril pasado.

Justamente ahí reside la razón de este sostenido desequilibrio que viene dándose en las cuentas públicas, donde los gastos crecen a mayor velocidad que los ingresos.

Autor: Redacción

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