Suplemento Economía

BUENA INVERSION EXTRANJERA DIIRECTA EN AMERICA DEL SUR

En 2010 la inversión extranjera directa (IED) a nivel mundial tuvo una leve recuperación y acusó aún los efectos de la crisis económica y financiera internacional con epicentro en los países desarrollados. Tal es así que la IED global se incrementó sólo un 1% en el mundo, en tanto que se contrajo un 7% respecto de 2009 para los países desarrollados. No obstante, América Latina (y el Caribe) se recuperó de la crisis y se convirtió en la región con mayor crecimiento en lo que respecta a la recepción de flujos de IED. La llegada de IED aumentó un 40% respecto del año anterior (80.376 millones alcanzados en 2009) y totalizó 113.000 millones de dólares, lo que da muestra del gran dinamismo de flujos hacia la región. Cabe agregar, que estos montos recibidos en 2010 se mantienen sobre el promedio anual de la década y muestran una tendencia al alza que refleja el posicionamiento de la región como destino de localización de las empresas transnacionales.

La recuperación de la IED se debió a varios factores: la recuperación de las economías desarrolladas; el crecimiento de la demanda interna en países como Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, que ha impulsado la búsqueda de mercados internos por parte de empresas transnacionales; una mayor tercerización de las empresas extranjeras como respuesta a la crisis y a las estrategias de las empresas transnacionales que buscan asegurarse materias primas.

De todos modos, la recuperación de los flujos de IED ha sido aún más intensa en la subregión de América del Sur, donde crecieron un 56% respecto de 2009, alcanzando los 85.143 millones de dólares; lo que representa el 76% de la IED mundial. Cuatro países muestran un aumento significativo: Brasil (87%), Argentina (54%), Perú (31%) y Chile (17%). Colombia, en tanto, si bien redujo la recepción de IED un 5%, alcanzó los 6.760 millones de dólares.

Contrariamente, las corrientes de IED hacia Venezuela continuaron siendo negativas, producto de la nacionalización de empresas extranjeras.

En la Argentina, los flujos de IED crecieron un 54% y totalizaron U$S 6.193 millones. No obstante, estas cifras se encuentran aún lejos del máximo de la década alcanzado en 2008, cuando los flujos superaron los U$S 9.000 millones. Entre las adquisiciones más importantes, destaca en el sector de los recursos naturales la compra de Bridas por parte de la empresa China CNOOC por U$S 3.100 millones y la compra de una participación minoritaria en YPF por un grupo estadounidense por U$S 499 millones. En cuanto a las manufacturas destaca la compra del laboratorio Phoenix por la empresa británica GlaxoSmithKline por U$S 253 millones.

En Brasil la IED alcanzó un nuevo récord y superó los U$S 48.000 millones, un aumento del 87% respecto de 2009. Los flujos de inversión se han concentrado en recursos naturales (petróleo, gas y minería metálica) y manufacturas (alimentos, la metalurgia, los productos químicos y los derivados del petróleo) con un 39% y un 37% del total, respectivamente, mientras que los servicios recibieron el 24%. Además, Brasil se ha consolidado como polo de atracción regional para las inversiones con mayor contenido tecnológico y los proyectos asociados a investigación y desarrollo. Por otra parte, la marcada apreciación del real brasileño (15% en 2010) y el incremento del consumo interno han favorecido el ingreso de IED asociada a una estrategia de búsqueda de mercados. Es importante mencionar que los flujos de IED han ayudado a financiar de manera significativa el creciente déficit en la cuenta corriente del país, que alcanzó los U$S 45.000 millones en 2010.

La IED en Chile mostró un repunte del 17% en 2010 y alcanzó los U$S 15.095 millones, liderado por nuevos aportes de capital de las empresas transnacionales. Los sectores que recibieron fondos del exterior fueron los servicios, con un 53% y la minería, con un 41% del total, mientras que la industria manufacturera sólo recibió el 2%. Esta distribución confirma el posicionamiento histórico de los flujos de IED en el país, concentrados en la minería y los servicios.

Las corrientes de IED en el Perú crecieron un 31% en 2010 y totalizaron un monto récord de U$S7.328 millones, cifra que corresponde al 9% del total de América del Sur. El crecimiento de la IED se explica fundamentalmente por los altos niveles de reinversión de utilidades por las empresas transnacionales, que alcanzaron los 5.731 millones de dólares.

En tanto, los aportes de capital fueron de 1.533 millones de dólares, mientras que los préstamos netos con las casas matrices sólo fueron de 64 millones de dólares. Las cifras disponibles sobre la distribución sectorial, muestran que la IED se dirige especialmente a servicios y recursos naturales. Más aún, la escasa inversión en manufacturas está dirigida a actividades estrechamente ligadas a los recursos naturales, como la agroindustria o las refinerías de petróleo. La minería, en tanto, tiene una amplia presencia de grupos extranjeros; en efecto, en los últimos dos años, grupos chinos han adquirido proyectos en desarrollo, casi todos en el área de la minería de cobre, por lo que se espera que una parte importante de la inversión en minería en la próxima década provenga de China.

En Colombia las corrientes de IED se redujeron un 5% en 2010, alcanzando los 6.760 millones de dólares, lo que igualmente ubicó a ese país como el tercer destino de la subregión (un 34% del total correspondió a reinversión de utilidades).

La IED en el Uruguay alcanzó los U$S 1.627 millones en 2010, lo que representa un aumento del 29% en comparación con 2009. El sector papelero se mostró como la actividad más atrayente de inversiones externas.

Las corrientes de IED en Venezuela tuvieron un saldo negativo de 1.404 millones de dólares en 2010, lo que muestra una estrategia en que la IED no es un eje central del desarrollo y la nacionalización de activos extranjeros es un fenómeno relevante. En 2010, por ejemplo, el gobierno nacionalizó la filial local del fabricante de envases de vidrio estadounidense Owens Illinois (O-I) y anunció que prepara más nacionalizaciones.

A modo de síntesis, cabe remarcar la fuerte recuperación que tuvo la IED en América del Sur que se presentó como la región más atractiva durante el 2010. De todos modos, la IED parece ser más significativa en la estructura económica de algunos países que en otros. Por ejemplo, mientras en Chile la IED representa más del 7% del producto, en Ecuador no alcanza el 1%. En Argentina, por su parte, la misma alcanza el 1,7% del producto ubicándose por debajo de la media regional.

Autor: Redacción

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