Editorial

Brasil respalda a Macri

En medio del temporal que arrecia contra la economía argentina, el Presidente Mauricio Macri parece no tener demasiado apoyo de la tripulación del barco que capitanea y que algunos incluso llegan a comparar con el Titanic, aquel súper trasatlántico que salió muy gallardo a conquistar los mares a principios del siglo 20 pero que sucumbió ante el primer escollo que se presentó en su itinerario. A pesar de los contratiempos y los ataques de los mercados altamente nerviosos, el gobierno nacional ratificó el rumbo económico y confirmó a cada uno de los ministros que integran el gabinete. En seis meses y diez días termina el mandato de Macri, quien al menos hasta ahora se mantiene sus aspiraciones reeleccionistas pese a la caída de imagen positiva de los últimos meses ante la falta de resultados de sus políticas contra la inflación y para mantener la estabilidad del dólar. 

Con la única esperanza de que los dólares del campo -dueño de una muy buena cosecha- ayuden a ganar tiempo hasta las elecciones, el Presidente debió recurrir de todos modos a un plan que no le simpatiza y que es el de intervenir en el mercado, en este caso para contener los precios de productos esenciales de una canasta básica. Ante el clamor de gran parte de los argentinos desbordado por las constantes subas de precios, el Gobierno salió a hacer algo para desacelerar la inflación para mostrar que se ocupa de los problemas que agobian a los argentinos. Si dará resultados es otro cantar, pero al menos buena parte de la sociedad se entretiene con la implementación del acuerdo de caballeros para sostener  los precios esenciales. 

Lo llamativo es que en medio del desorden que es el Titanic, perdón la Argentina, por estos días Macri  no recibe demasiados respaldos en el interior del país más allá de algunos ministros de su gabinete o aquellos compañeros de ruta en el PRO, como Rodríguez Larreta y la gobernadora Vidal. Desde el radicalismo, en tanto, no han ocultado sus críticas mientras preparan algunos botes salvavidas para bajarse de este gran barco que aún no sabe si chocará con el iceberg. No hay radicales que salgan a bancar abiertamente al jefe de Estado. 

Así, ante la pérdida en la confianza que hay en Macri, en el país todos silban para pasar desapercibidos y miran al costado para evitar pronunciarse. Todos quieren pasar por distraídos y nadie se juega por Cambiemos. Pero lo curioso es que los respaldos al Presidente provienen del exterior, en especial de Estados Unidos y Brasil. Por caso, el viernes el ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes, brindó "todo el apoyo" de su país a la Argentina en medio de las turbulencias en los mercados que hicieron subir el dólar y el riesgo país. Fue tras la reunión bilateral mantenida con su par argentino, Nicolás Dujovne, y mientras Brasil trata de que se aprueben duras reformas para reducir el desequilibrio de las cuentas públicas.

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, había señalado que si Brasil no pretende terminar como la Argentina hace falta que el Congreso apruebe una dura reforma previsional para reducir el déficit fiscal. Al término de un encuentro en Río de Janeiro con Dujovne, Guedes, un ministro muy bien visto por el poder financiero, sostuvo que la Argentina cuenta con "todo el apoyo" de Brasil. Además, destacó las medidas tomadas por Macri para frenar la crisis, en medio de la escalada del dólar. "Nosotros apoyaremos todos los esfuerzos de estabilización de la Argentina. Respaldaremos los esfuerzos de integración y de estabilización", sostuvo Guedes.

El ministro brasileño destacó también la relación entre Macri y el presidente Bolsonaro, que calificó de "enorme afinidad". "El presidente Bolsonaro tiene una enorme afinidad con el presidente Macri y yo tengo una enorme afinidad con el ministro Dujovne, así que damos nuestro total apoyo a las iniciativas de estabilización del gobierno argentino", sostuvo Guedes. Y con un guiño crítico hacia el pasado, expresó que argentinos y brasileños vamos a soñar juntos; vamos a hacer que nuestros países y nuestra región sea del tamaño de nuestros sueños y no del tamaño de las pesadillas que ya sufrimos.

Anteriormente, el mismo Bolsonaro, expresó su temor de que Argentina se convierta en "otra Venezuela" en caso de que la expresidenta Cristina Kirchner, que formó parte de la ola de gobernantes de izquierda de la década pasada en Sudamérica, gane las elecciones de octubre próximo. En declaraciones a la prensa en Brasilia, el exmilitar de ultraderecha atribuyó las dificultades económicas de Argentina al hecho de que el presidente Macri realizase

apenas "por la mitad" las reformas de cuño liberal con las que se proponía rescatar la economía.

A los respaldos que vienen de Brasil se suman los de Estados Unidos. El viernes el Presidente también en Olivos al senador estadounidense del partido Republicano Rick Scott, quien le ratificó la postura del presidente Donald Trump de que la Argentina "está en el camino correcto". Son adhesiones políticas de importante, aunque no suficientes para los mercados.



 

Autor: REDACCION

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