Durante el primer cuatrimestre del año próximo, se producirá el regreso a la Argentina de la marca alemana que, de alguna forma, marcó una época en la industria automotriz nacional. Se trata de Borgward, legendaria empresa con sede en Stuttgart que durante las décadas de 1950 y 1960 tuvo una importante actividad en nuestro país.
"Estamos muy contentos de que nuestro inicio de operaciones en América latina sea en la Argentina donde la marca tiene una larga tradición de calidad y aún existen aficionados a Borgward después de tanto tiempo" afirmo el CEO de la compañía a nivel mundial Ulrich Walke.
La representación exclusiva de Borgward estará cargo de la empresa Stuttgart Motors, que comercializará sus modelos casi en simultáneo con el lanzamiento de los modelos en Alemania.
La sociedad local está integrada por Juan Tolosa y Alberto García Carmona, dos empresarios argentinos de larga trayectoria en el mercado automotriz, y esta es la primera designación comercial que hace Borgward para su marca en América latina; de hecho, la empresa ya comenzó su actividad.
Los primeros vehículos que se ofrecerán en nuestro mercado serán los SUV BX5 (compacto) y BX7 (mediano).
El fabricante de automóviles con sede en Stuttgart tiene más de 5000 empleados y ha tenido ingresos por algo más de 1500 millones de euros en el último año, y espera a partir de 2018 obtener un nuevo impulso con el ingreso en nuevos mercados como el de Medio Oriente y Sudamérica, así como lanzar nuevos modelos, como la coupé deportiva BX6 y las variantes de la BX7 y la BX5.
Como se dijo, Borgward tuvo una importante presencia en nuestro país, ya que en 1954 se realizó un joint venture entre la firma alemana Carl F. Borgward HMBH e Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME) por la cual se concretó la fabricación de los motores que equiparon al recordado Rastrojero. El motor era fabricado en la planta que Borgward tenía en la localidad de Isidro Casanova, en la que se desempeñaban casi 800 empleados y se producían unas 20 unidades por día.
Luego, en 1960, en la planta que IAME tenía en Córdoba, Borgward comenzó a producir el sedán Isabella y el camión B611, del cual llegó a sacar unas 500 unidades por año. Cuando la casa matriz alemana cerró sus puertas en 1961, la operación pasó a tener control local y siguió fabricando durante un tiempo más (se estima que en total salieron de esa planta 1050 vehículos).