Editorial

Bonos para pacificar

Ante el temor de que se produzcan desbordes sociales a fines de año, el gobierno santafesino cedió rápidamente a la pretensión de los gremios de empleados estatales, docentes y policías y se comprometió a pagar un plus salarial de 1.700 pesos en dos cuotas, lo que descomprimió rápidamente la situación y se anticipó a un posible conflicto. La administración provincial no quería que se repitieran los sucesos de diciembre pasado a partir de los alzamientos de la policía. 

La raíz del problema es la inflación, cuyo ritmo sostenido pulveriza el poder adquisitivo de la misma manera que encoleriza a muchos argentinos, un poco porque pierden plata y otro porque el Gobierno ni se digna a reconocer la gravedad de la situación. 

En este escenario surgen, en tanto, rumores sobre acciones de supuestos sectores políticos para aprovechar el descontento social y provocar una mayor tensión apuntada a desestabilizar al Gobierno nacional. Uno de los máximos referentes de La Cámpora, Eduardo "Wado" de Pedro, acusó a intendentes del Frente Renovador, que lidera Sergio Massa , de "estar articulando conflictos para fin de año". De todos modos, buscó dar la imagen de un gobierno fuerte a pesar de que se acumulan los problemas sin solución. "No le tenemos miedo a la desestabilización, porque tenemos una Presidenta. Hemos anticipado hace algún tiempo que hay sectores vinculados al massismo, a Luis Barrionuevo y a algunos intendentes del Frente Renovador que están articulando conflictos para fin de año", dijo abriendo el paraguas y alertando sobre posibles desbordes sociales en tiempos en que los gremios oficialistas y opositores reclaman bonos de fin de año como ya se comprometió a pagar el gobernador Bonfatti en Santa Fe y el cordobés José Manuel de la Sota. 

Con un año electoral a las puertas de la esquina, los gobiernos no quieren sorpresas teniendo en cuenta que en las urnas buscarán continuar en el poder. 

Sin embargo, la decisión de Bonfatti ahora puso en aprietos a los municipios y comunas ya que la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales (FESTRAM) de la Provincia, que representa a 40 mil afiliados, exige a intendentes un trato similar. Es decir, ahora oficializarán que pretenden 1.700 pesos. 

Pero los intendentes anticiparon que no cuentan con los recursos adicionales para satisfacer las demandas de los gremios como el SEOM de Rafaela. Y acusan a Bonfatti, por su decisión de pagar el bono salarial, de colocarlos en una situación incómoda. Por eso reclamarán a la Provincia que auxilie a los municipios y comunas para cumplir con el reclamo de la FESTRAM sabiendo en forma anticipada que no tendrán lugar para negarse, porque si lo harían deberán soportar medidas de fuerza. En la ciudad de Rafaela, abonar el plus salarial implicaría a la caja municipal un desembolso superior a los 2,2 millones de pesos. 

"Este bono representa un gran esfuerzo para la provincia, pero desde el Estado queremos dar una clara señal de presencia en un momento tan especial como es el fin de año, con el deseo de que todos podamos celebrar las fiestas en paz", se sinceró Bonfatti. "Más allá de que es un momento complicado para la economía, tomamos esta decisión de manera responsable y definimos junto con los gremios cómo cumplir con este y otros compromisos que tenemos. Entre noviembre y diciembre no sólo vamos a pagar sueldos y el medio aguinaldo antes de la Navidad, sino que ya este mes cumpliremos con la primera de las tres cuotas asignadas a los policías y agentes del Servicio Penitenciario para la compra de uniformes" subrayó. 

Si la Provincia es coherente con su posición, este lunes mismo debería convocar a una mesa paritaria a la FESTRAM y a los intendentes y presidentes comunales para que busquen un acuerdo sobre la compensación económica que piden los municipales. 

A nivel nacional, el secretario general de la

CTA oficialista, Hugo Yasky, sostuvo que los asalariados

deberían percibir un bono de fin de año de al menos 2.500 pesos,

ya que, dijo, los sueldos "quedaron por debajo de la inflación".

"Tenemos autoridad para reclamar lo que estamos reclamando. Es

la primera vez que lo hacemos porque por primera vez este año los

salarios quedaron por debajo de la inflación", expresó el

sindicalista. 

El primero que había instalado el reclamo fue el líder de la CGT Azopardo, el camionero Hugo Moyano. "El bono nos sirve para las fiestas y para cuando comiencen las clases", había manifestado al tiempo que dejó en claro que no habrá coincidencias plenas en el monto del bono debido a que los salarios de los distintos sectores son diferentes. 

El secretario general de la CTA opositora, Pablo Micheli, convocó a un paro y movilización para el 20 de noviembre próximo, con el fin de reclamar el bonus. En este marco de recesión en el que las muchas empresas industriales y comerciales no tienen dinero, pagar el bono será un esfuerzo enorme. 

Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web