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Bolsas en caída libre

NUEVA YORK, 20. - En el cierre de la semana, los mercados volvieron a sentir la incertidumbre y el temor de una nueva recesión global, alimentado por los crecientes indicios de una recaída de la economía de Estados Unidos. Las dudas se centran en la salud financiera de los bancos europeos, que volvió a causar bajas en los principales promedios del mundo.

El parqué neoyorquino rebotó ayer y los principales indicadores subieron. El Dow Jones perdió 1,57% y el Nasdaq 1,62%, en tanto que el S&P 500 cedió el 1,50.

Las noticias del día no fueron del todo alentadoras. El banco estadounidense JP Morgan informó su decisión de rebajar sus previsiones de crecimiento de la economía de Estados Unidos, sumándose así a la decisión en la misma línea que adoptó el jueves el Stanley Morgan.

De esta forma, en un comunicado divulgado ayer, JP Morgan rebaja al 1 % sus previsiones de crecimiento de la primera economía del mundo para el cuarto trimestre de 2011, desde el 2,5 % inicial, y recorta hasta el 0,5 % sus cálculos para el primer trimestre de 2012, que en principio eran del 1,5 %.

La entidad reconoce que la debilidad se vuelve a dejar sentir, al tiempo que cae la confianza del consumidor y se deteriora la riqueza de los hogares. Asimismo, JP Morgan pone de manifiesto que el mercado estadounidense de la vivienda no experimenta "grandes señales de crecimiento", un dato negativo al que se une el hecho de que las pequeñas empresas, los comerciantes, los constructores y los fabricantes se mueven actualmente en un entorno económico más "débil".

Ante ese panorama, los mercados de Europa, que operaban con una fuerte tendencia negativa, recortaron pérdidas luego de la apertura de Wall Strett. El índice DAX de Fráncfort lideró las caídas, con una pérdida de 2.19% , mientras que el resto de las plazas la siguieron de cerca: el CAC40, de París, cayó un 1.92% y el FTSE100, de Londres, 1.01%.

Los inversores siguen huyendo de los valores más arriesgados y se decantan por activos más seguros, como la deuda y el oro. De hecho, la onza volvió a marcar ayer un máximo histórico, con un precio de US$ 1867 nada más abrirse la sesión, al afianzarse otra vez como valor refugio ante la volatilidad de los mercados.

Autor: Redacción

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