Por Matías Fontanetto*
La caída en los precios de las criptomonedas en el mes mayo vuelve a instalar la pregunta sobre si estamos ante la explosión de una nueva burbuja o simplemente es otra caída transitoria de la cual se van a volver a recuperar. En los últimos 10 días hábiles el Bitcoin cayó un 28,4% en un mes, arrastrando al resto de las criptomonedas. La más popular de las monedas virtuales alcanzó su último máximo el 16 de abril, en torno a los USD 63.300 habiendo sido impulsado por el debut de la plataforma Coinbase en la bolsa americana.
Para algunos analistas, la primera baja en la que llegó a USD 49.968 respondió a la mayor demanda por los futuros de Ethereum, la segunda criptomoneda del mercado. De hecho, desde ahí se recuperó alcanzando los USD 59.009 el 8 de mayo. Sin embargo, el miércoles 12 de mayo, Elon Musk twiteó que Tesla suspendería las compras de vehículos con Bitcoin debido al impacto ambiental negativo que genera la minería de la criptomoneda en términos del consumo excesivo de energía (este año la minería podría consumir la misma energía que toda la Argentina, Holanda o Ucrania, representando el 0,6% del total de la producción mundial de energía eléctrica).
La empresa productora de autos eléctricos había apostado fuertemente por la cripto en febrero, tras el anuncio de su Director se desencadenó un sell-off que llevó a Bitcoin a romper el piso de los USD 40.000. Además de esto, esta última semana, el Banco Popular de China restringió el uso de la moneda virtual, deprimiendo aún más su valor.
En el bienio 2017-18, Bitcoin perdió el 80% de su valor, los entusiastas lo toman como prueba más a superar por la moneda como lo ha hecho en su pasado, ya que tiene un gran potencial como medio pago y reserva valor, mientras que para sus detractores esto podría significar la explosión de la burbuja especulativa que lo llevará nuevamente a los mínimos de la serie.
La caída del Bitcoin arrastró al resto de las monedas virtuales, Ethereum se derrumbó un 33,6% desde su máximo. La baja en el mundo cripto, coincide con el debilitamiento de las acciones tecnológicas, en lo que va de mayo, la cotización de Apple bajó 5,5%, Microsoft retrocedió 4,3%, Google un 3,9% y Amazon cayó un 7,1%. El dato de inflación anualizada de 4,2% en abril para una economía americana que se viene recuperando vigorosamente encendió las luces amarilla de los analistas de mercado.
La FED ha interpretado el dato de inflación como algo transitorio que responde al reacomodamiento de precios relativos distorsionados por la cuarentena (inflación de autos usados +21% y servicios de transporte +5,6%). Sin embargo se comienza a dudar de la continuidad de política de expansión fiscal y monetaria de una economía que se recupera fuertemente acompañada por una exitosa campaña de vacunación que aleja las restricciones a la movilidad de las personas.
Aún es muy temprano para responder a la duda de si el recalentamiento de la inflación americana responde a un fenómeno transitorio de reacomodamiento de precios o permanente derivado de la política fiscal y monetaria expansiva. Como primer paso se debería disminuir el ritmo de compras de bonos del tesoro (USD 140.000 millones mensuales) y luego incrementar la tasa de interés (1,6% para bonos a 10 años). Esto cambio de política podría impactar negativamente tanto en las criptomonedas como en el mercado de accionario.
Aún permanecen sin respuesta los siguientes interrogantes: ¿Ha encontrado el Bitcoin el fin de su sendero de crecimiento o se recuperará como lo ha hecho en el pasado? ¿Alguna vez logrará estabilizarse y eliminar la volatilidad? ¿Estamos enfrentado la ruptura de una burbuja especulativa que fue inflada por inversores institucionales nutridos por el exceso de liquidez de las políticas expansivas?
(*) Licenciado en Economía. Analista de Inversiones.