Desde hace dos meses, comenzó el “Taller de lectura y escritura” en la sede vecinal de barrio Italia ubicada en Bollinger 161. Cada encuentro se extiende una hora aproximadamente, tiempo suficiente para disfrutar un momento en el que la creatividad e imaginación son protagonistas.

Con la calidez que lo caracteriza, y de manera totalmente desinteresada, el escritor rafaelino Hugo Borgna enseña, guía, y brinda herramientas a los participantes para soltar la imaginación, analizar obras literarias, conversar, disparar ideas y crear a través de la palabra.

Diario LA OPINIÓN fue protagonista del encuentro del pasado lunes en el que los participantes aprendieron y trabajaron en la creación de una “novela en conjunto”. En un intervalo de la actividad, Borgna nos comentó que allí se trabaja en todo lo que se escribe, ya sea cuentos, poesías, novelas y hasta canciones. Y continuó: “Soy escritor, y a la vocación uno la lleva…Ya a los diez años leía libros e imaginaba qué les pasaría a esos personajes, me ponía en los lugares de ellos. Se puede ser muy buen lector y no ser escritor. El escritor es el que necesita mostrar con sus propias palabras y sensaciones un hecho determinado, y este taller tiene como fin incentivar a la gente a la escritura y a la lectura. Estamos notando que últimamente la televisión y la tecnología están haciendo que las personas dejen de pensar y puedan mantener conversaciones normales. En un tiempo leer libros era algo natural y eso se está perdiendo. El hombre poco a poco se va convirtiendo en un robot y ese es el peligro, que empiece a pensar como una máquina”.

El taller, que funciona los lunes de 14 a 15 hs., está conformado por siete participantes, y la idea es difundirlo para que más personas sean parte y puedan disfrutarlo como lo hacen Milagros y Daiana, que también nos contaron sus experiencias. “Los jóvenes necesitan aprender a escribir correctamente porque hoy día escriben, ponen el corrector, y este automáticamente los corrige”, dijo Milagros refiriéndose a las aplicaciones de los celulares, y agregó que “con las descargas digitales de libros se fue perdiendo la magia que tiene el papel”.

Por su parte, Daiana manifestó: “Los niños se vuelcan mucho a la tecnología a través del celular o las computadoras, pierden un poco las emociones y los sentimientos, y a veces no saben cómo expresarse. Yo soy de un barrio cercano, y cuando me enteré de este taller me vine volando porque todo lo que es lengua, literatura, lectura y comprensión, me gusta. Siempre es bueno aprender algo nuevo, y compartirlo con gente que está capacitada, y además con buenos compañeros, es excelente”.

Seguidamente, Borgna agregó con respecto al taller: “Se trata de que la lectura sea un gusto y no una obligación. Este espacio no es como la escuela que tiene un plan de estudios, sino que se vuelven a tratar los temas y se profundizan si es necesario”.

Sobre la mesa se observaban tomos de libros, diccionarios y ejemplares de otros autores rafaelinos como ser Fortunato Nari y Raúl Abeillé, distintos en sus géneros y estilos, pero de eso de trata justamente, de aprender y crear en la diversidad. “Es una tentación no traer toda la biblioteca”, dijo sonriente el escritor, quien en la amena charla deslizó una notable frase: “La escritura es como un juego; nadie pierde, nadie gana”, explicando que “todo lo que se crea a través de la palabra en ese tipo de ámbitos es de todos, y que la dinámica tiene un porcentaje alto de deporte”. “Hay un peligro y es que la gente se vuelva introvertida, o responda con una seña en vez de hacerlo con un conjunto de palabras. Eso es terrible”, añadió.

Llegando al final, aclaró para quienes se quieran sumar, que “allí no se trata de que todo sea coherente y brillante, sino que cada uno se exprese libremente”. Y así sucede.

Milagros, feliz de ser parte de estos encuentros y con ganas de que más rafaelinos se sumen, dijo sonriente: “Si yo tendría que definir el taller como participante, invitaría a alguien de la siguiente manera: “Te invito al barrio Italia, una vez a la semana, a jugar con las palabras y a divertirte en el juego”.

SOBRE HUGO BORGNA

Nació en Rafaela -donde vive actualmente- el 29 de abril de 1945. Comenzó a escribir a los diez años dentro de la narrativa, en especial cuentos cortos. Publica sus trabajos desde el año 1967 en diarios y revistas locales y de otras ciudades. Incursionó en radio realizando audiciones en LT28 en AM y en FM, y en televisión, haciendo reportajes a personalidades locales y presentaciones de películas. Tiene dos libros individuales publicados: “Motivos y Soledades (1976) e “Intenso” (2000), y presencia en las antologías locales “Palabras Rafaelinas” (1998) y “Escalera de Papel” (1999), además de otras nacionales.

Borgna es además un permanente colaborador de LA OPINIÓN, donde publica especialmente sus crítica editorial sobre nuevos libros de autores locales.

En el año 2005, junto a otros autores de la ciudad, publicó el libro colectivo “Alta Marea”. Obtuvo premios por trabajos individuales en concursos de San Justo (Santa Fe) y en nuestra ciudad, en eventos organizados por la Asociación Médica Regional del Departamento Castellanos. Fue jurado de certámenes literarios. Participa en la coordinación de talleres literarios y es miembro de Escritores Rafaelinos Agrupados (E.R.A.).