Editorial

Bancos: subas y bajas

Los préstamos personales dejaron de ser el rubro de mayor dinamismo dentro del sector bancario. Es que unos años atrás fueron tomando un auge realmente importante, como por ejemplo entre 2003 y 2007 en que llegaron a acrecentarse a razón del 70% anual, para luego en los años siguientes seguir creciendo a razón del 50% anual, ahora la realidad es diferente, ya que durante 2012 la suba de este tipo de créditos bancarios creció por debajo del 30%, una cantidad que en otras circunstancias sería significativa, pero que es menos de la mitad de lo que vinieron evolucionando en los años anteriores, desde 2003 en adelante. Comparaciones que se hacen, sin considerar los efectos inflacionarios.

En cambio, lo que debe interpretarse como positivo, vienen creciendo a razón del 54% anual, como aconteció el año pasado, las líneas de préstamos para empresas, cuyo destino principal es el financiamiento del capital de trabajo, concretamente, líneas a corto plazo, como ser los adelantos en cuenta corriente y descuentos de documentos. Con tal expansión fue duplicada la tasa de crecimiento que esta línea había registrado en 2011.

Según se analiza en el diario "Ambito Financiero", esta gran evolución de estos créditos a las empresas es consecuencia de la combinación de la obligación que tienen las entidades bancarias de colocar a las empresas un 5% de sus depósitos al 31 de diciembre y el proceso de desdolarización que se lleva adelante, lo cual es un correlato de la salida de dólares del sistema financiero. Y no sólo eso, si no que todas las estimaciones apuntan a que este rubro se ampliará todavía más, debido a la directiva del Banco Central de ampliar la obligatoriedad de los bancos de prestar a las PyMEs otro 5% más de sus depósitos del primer semestre de 2013.

Es por estas razones, que cada vez más dinero se orienta hacia los sectores corporativos, reduciéndose la masa que se destinaba para el financiamiento de personas con los préstamos personales, que se encuentran en retroceso.

Un dato saliente es que el crédito se mantiene por sobre los niveles inflacionarios, motorizado de manera especial por el importante aumento que han tenido los depósitos. Caso concreto por ejemplo, los plazos fijos, que vienen teniendo una tasa de expansión del 50%, tal como aconteció en los últimos doce meses, con lo cual mucho tiene que ver la vigencia rígida del cepo cambiario, ya que antes gran parte de los ahorristas se orientaba hacia la compra de dólares, pero ahora con las dificultades que existen para hacerse de la divisa estadounidense y sin desviarse a los altísimos valores que tiene el dólar paralelo por sobre los 7,50 pesos, encuentra en el plazo fijo la opción más al alcance para tratar de defender en parte sus ahorros, aunque con esa metodología siempre termine perdiendo frente a la inflación. Otras opciones, para el ahorrista pequeño, siempre resultan excesivamente complicadas, ya que el mundo de las altas operaciones financieras no se encuentra al alcance de las mayorías y menos aún para quienes disponen de sumas no muy elevadas para invertir.

Por otra parte, y ampliando algo más este panorama de las actividades relacionadas con el sistema bancario, digamos que como directa consecuencia de las restricciones impuestas por el gobierno en todo lo que hace al dólar, las operaciones con esta moneda han caída de manera significativa. Los préstamos en dólares están en fuerte declinación, habiendo caído las líneas destinadas a la prefinanciación de exportaciones 5.382 millones de dólares, lo cual significa un retroceso del 43,4% interanual. Es que casi todas esta clase de líneas han sido substituidas por otras en pesos, pudiéndose referir que en este momento el 92% del crédito destinado al sector privado se encuentra nominado en pesos, lo cual agregado a la caída vertiginosa de los depósitos en dólares, hace que el financiamiento en esta última moneda se encuentre prácticamente en el umbral de su desaparición.

Algo que también debe decirse respecto a la caída de los préstamos personales, es que el usuario al momento de decidir opta por el uso de la tarjeta de crédito, tanto para consumos locales como para los realizados en el exterior en dólares, que luego se pagan en pesos. En este caso, el financiamiento vía tarjeta, tuvo un crecimiento del 40% interanual.

Autor: Redacción

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