Suplemento Economía

Axiomas de la imagen

En un mercado saturado de empresas que ofrecen los mismos productos y servicios, la imagen constituye un elemento fundamental de diferenciación, posicionamiento en la mente del cliente y fundamental para que las PyMEs triunfen en el mercado. Esta, va más allá del nombre y el logo de la empresa. Todo tiene una imagen, nada ni nadie se puede escapar de ser percibido por alguien. Si de todas formas los demás van a formarse una imagen nuestra ¿no sería mejor crearla y controlarla de acuerdo con lo que deseamos obtener como resultado?

Independientemente del tamaño de una empresa, la imagen que esta proyecta impacta significativamente en su crecimiento y permanencia en el mercado. La falta de atención en la misma, puede convertirse en un enemigo silencioso que tarde o temprano atentará contra los intereses y existencia de la organización.

La correcta definición de los valores de marca y su correcta difusión a través de los medios adecuados pueden convertir una empresa en líder del mercado. La imagen de se puede gestionar a nivel de productos, organización e incluso entre los trabajadores. Para posicionarla, las acciones de comunicación que se realicen de esa marca serán fundamentales.

El proceso de creación de una imagen tiene sus reglas y son verdades demostradas. Una serie de estudios de investigación científica determinaron los siguientes principios:

• Es inevitable tener una imagen. Todo tiene una imagen, nada ni nadie se puede escapar de ser percibido por alguien.

• El 83% de las decisiones las hacemos por los ojos. Rápidamente cuando vemos algo, una persona, un lugar o una cosa e inmediatamente decidimos si la deseamos o no. El proceso cerebral que decodifica los estímulos toma unos cuantos segundos. La mente decide mayoritariamente basada en sentimientos, las cosas son lo que parecen y lo que nos recuerda algo puede ser mucho más importante que lo que es.

• La imagen es dinámica. Una imagen deteriorada puede mejorarse, lo que implica mucho más dificultad que si se hubiera planeado correctamente desde el origen, pero desafortunadamente una buena imagen también puede arruinarse al acontecer hechos no previstos que la perjudiquen.

• La creación de una imagen debe respetar la esencia del emisor. No se puede pretender ser algo que no se es.

• La imagen siempre es relativa. En la creación de una imagen debe ser de acuerdo con la esencia del sujeto emisor, con las necesidades de sus audiencias y con el objeto que se desea cumplir.

• El proceso de creación de una imagen es racional por lo que requiere de una metodología. Es muy importante saber qué es lo que se quiere lograr y como se va conseguir, sin olvidar que lleva su tiempo.

• La eficiencia de una imagen irá en relación directa a la coherencia de los estímulos que la causen. La creación de una imagen debe atender a un proceso integral que no deje fuera ninguno de los elementos que generaran la percepción.

• Siempre tomara más tiempo y será más difícil reconstruir una imagen que construirla desde el origen.

• A mejor imagen mayor poder de influencia. Poseer una buena imagen genera beneficios: otorga poder, valor agregado, lo que se traduce en contar con las herramientas necesarias para poder convencer al grupo objetivo de que se es el mejor en algo con el fin de obtener y mantener preferencias.

• La imagen de la titularidad permanece en la institución. Si el dueño o director es prepotente y déspota; si es indeciso y tardado en sus acciones la institución será percibida como ineficiente. El fenómeno sucederá por la simple y sencilla razón de que todos los seres humanos tenemos un mecanismo interconstituido que no permite mimetizarnos ante el líder del grupo para demostrar nuestro sentido de permanencia.

• La imagen de la institución permanece en sus miembros. Una vez creada la imagen de una institución, todo aquel que sea miembro de ella será etiquetado de la misma manera.

En definitiva, la imagen marca de una empresa u organización no es más que una forma de manifestar físicamente nuestra marca, de diferenciarnos frente a las otras compañías competidoras. Dicha imagen transmite a nuestros clientes valores como profesionalidad, credibilidad de nuestra empresa y, por ende, una mayor confianza en nuestra forma de gestión, en nuestros resultados ya sea en forma de producto o servicio.

Autor: Germán Ciceri

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