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Axel Kuschevatzky y Argentina, 1985: "es un año bastante impredecible"

Por Nicolás Biederman.  - "Argentina, 1985", el elogiado filme de Santiago Mitre sobre el Juicio a las Juntas, encarará este martes la primera parada de la denominada “temporada de premios” en Hollywood rumbo a los Oscar, situación ante la cual uno de los productores de la cinta y conocedor de las glamorosas alfombras rojas de esas latitudes, Axel Kuschevatzky, mostró cautela y aseguró que este “es un año bastante impredecible” en materia de galardones.
Afincado en Los Ángeles desde hace tiempo, abocado a impulsar los diversos proyectos de su productora Infinity Hill, quien fuera jefe de producción y desarrollo de Telefe no asistirá a la 80ma. gala de los Globo de Oro que entrega la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) en su ya clásico rol como entrevistador de las transmisiones de TNT para Latinoamérica.
Lo hará como invitado por “Argentina, 1985”, que luego de sus premiados pasos por los Festivales de Venecia y San Sebastián el año pasado iniciará esta semana un camino que podría desembocar en los Oscar de la Academia el 12 de marzo.
Para seguir sumando chances para la estatuilla más importante (cuyas nominaciones se anunciarán el 24 de enero), suele influir un buen andar en los eventos de premios previos.
El martes en el Beverly Hilton de Beverly Hills disputará la terna de Mejor Película en Lengua No Inglesa con la alemana “Sin novedad en el frente”, de Edward Berger; la belga “Cerca”, de Lukas Dhont; la surcoreana “Decisión de partir”, de Park Chan-wook; y la india “RRR”, de S.S. Rajamouli.

¿Qué producciones se perfilan como las grandes candidatas en esta temporada?
Axel Kuschevatzky: No tenés este año una película que digas “esta claramente va a ganar o tiene la delantera”. Por un lado tenés películas como “Top Gun: Maverick”, que es universalmente amada y que filosóficamente dice “che, el cine enorme todavía es viable”. Y por otro lado, otras como “Argentina, 1985”, que es una película de estudio pero es más chiquitita, a la que le fue muy bien en Venecia pero que al mismo tiempo no puede ser vista como una película gigantesca que aúna voluntades. Entonces es un año donde es mucho más difícil adelantarse.
La carrera más salvaje de todas este año no es la de mejor película, sino la de películas extranjeras.

¿Por qué?

AK: A diferencia de hace un par de años con “Parasite” o el año pasado con “Drive my Car”, donde claramente había una película internacional que se plantaba como la adorada por todo el mundo, este es un año bastante impredecible.
La India no mandó la más popular del año a los Oscars pero sí está en otras entregas de premios, y al mismo tiempo hay películas que tuvieron grandes performances pero no necesariamente millones de premios como puede pasar con “Sin novedad en el frente”, o películas que han recibido premios diversos en festivales como “Saint Omer” en el caso de Francia o incluso “Argentina, 1985”. Y otras películas que claramente tienen mucho músculo de comunicación atrás como “Bardo”.

¿Qué significa la vuelta de la televisación en EE.UU de los Globo de Oro luego de estar "en penitencia" en 2021?
AK: Lo que ocurrió es que la HFPA tuvo cuestionamientos a su funcionamiento, su composición y su falta de diversidad. Tanto los estudios como los agentes de prensa como la cadena de televisión norteamericana que transmitía los Globos de Oro el año pasado se abstuvieron de estar relacionados con la entrega hasta que la Asociación tuviese mecanismos de más transparencia, menos concentración y sobre todo que no fuesen cuestionables desde los procedimientos. Obviamente el no tener la transmisión al aire, gastar todo ese dinero y no tener un ingreso para la HFPA era muy complejo.
Hoy la estructura pasó de ochenta y pico de miembros a 300 e incluso para las votaciones de los premios invitaron a muchos periodistas que no son miembros; hoy hay una cantidad de votos que cuadruplicó la cantidad que había hace dos años y los mecanismos son mucho más claros. No es que salieron de estar en Siberia sino que básicamente hicieron un trabajo para plantarse más sólido frente a la opinión pública.

En ese sentido, ¿por qué son importantes los Globo de Oro? ¿Qué lugar ocupan en el panorama de premios?
AK: Los Globo de Oro tienen como característica junto a los Critics’ Choice de ser los premios de periodistas de perfil más alto porque son las dos organizaciones de premios nacionales. Y hay una tercera, que no es un premio televisado, que es el National Board of Review, que básicamente junta a los críticos de perfil más alto de Estados Unidos. En ese sentido esos son los tres que tienen peso en amplificación antes de que empiecen las premiaciones camino a los Oscar, que dan los sindicatos de actores, de guionistas, de directores y el de productores, en el que yo soy miembro, el PGA. Entonces el Globo de Oro y los Critics Choice son amplificadores, tienen ese potencial de instalar dentro de los grupos de votantes la idea de “ok, acá hay algo que no vi, a lo mejor le tengo que dar pelota”.

¿En qué consiste el trabajo de un productor como vos en este momento del año en que “Argentina, 1985” aspira a premios?
AK: Es un momento del año donde hay gira de prensa, se dan entrevistas, se proyecta la película, vamos a las exhibiciones, saludamos a muchísima gente de la industria. Es un momento de mucha exposición, de muchas charlas, de mucho intercambio. Y además normalmente se hacen muchas presentaciones con debate posterior donde los cineastas se sientan y la gente le pregunta cosas. Los participantes a veces son sindicatos, a veces son asociaciones de periodistas o miembros de la Academia.
Todas los que tienen películas en carrera hacen esto independientemente de la escala que tenga; Tom Hanks está haciendo campaña, Brad Pitt está haciendo campaña. A nadie se le caen los anillos porque todo el mundo sabe que esto es necesario.

¿Cuál es el efecto de una nominación o un premio en una gala importante para el futuro de quienes están involucrados?
AK: Esencialmente darle visibilidad a los proyectos, y eso no te lo da solamente ganar, también te lo da la nominación. Hasta las listas de prenominación generan más curiosidad, un perfil más alto, y eso tiene un impacto, no solo en el recorrido de la película, sino en la carrera de quienes trabajan en las películas.
Los premios resultan en términos profesionales validantes y hacen que mucha más gente confíe en tus criterios, en tus decisiones y que haya más gente dispuesta a acompañarte; estudios, inversores privados, cineastas con los que querés laburar pero hasta que no ven la película en la que laburaste no saben exactamente qué hacés. Entonces el impacto es muy grande, es multiplicador. TÉLAM

Autor: REDACCION

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