El reclamo por convertir en una vía más segura a la Ruta Nacional Nº 34 podríamos decir que es un tema que prácticamente se ha convertido en sempiterno.

El constante riesgo que encierra la vía de comunicación por su abigarrado tránsito, especialmente evidenciado a través de vehículos de gran porte y por la obsolescencia de la que sufre su cinta asfáltica, es un tema que hace años ha suscitado las más diversas gestiones y cataratas de manifestaciones reclamando incesantemente.

Evidentemente las autoridades en su momento y las agraciadas concesionarias en la actualidad hicieron y hacen caso omiso a los movimientos de distinta índole.

Desde estas mismas páginas hemos sido caja de resonancia de las diversas posturas todas con un mismo objetivo. Ultimamente un grupo de ciudadanos autoconvocados se puso en movimiento apuntando a lograr que la peligrosa ruta se transforme en autovía, hecho que hemos difundido ampliamente.

Ahora, desde la ciudad de Rafaela , impulsada por sus autoridades políticas y los miembros del cuerpo colegiado rafaelino, se ha adoptado una postura que, tal vez, debiese haberse tomado tiempo atrás. 

En pos de buscar una solución definitiva, habiendo convocado a autoridades de poblaciones vecinas, y logrando su aval, se convocó a una reunión con la concesionaria, en el sitio en que dispongan los responsables del mantenimiento de la ruta.

Indudablemente esa es la mecánica que debiese haberse adoptado hace un tiempo, propiciando la unión de quienes tienen la responsabilidad de conducir los destinos de cada población, para trabajar en forma mancomunada en la búsqueda de un objetivo que, en definitiva nos beneficiará a todos.

Marilú Colautti